Miguel Díaz-Canel cree que las próximas elecciones a delegados de la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba son la expresión más elocuente de la salud democrática del régimen que gobierna, porque “hubo uno o dos municipios donde se cambiaron candidatos”.
Reunido en Santa Clara, por donde resultó nominado, el gobernante cubano calificó estas elecciones como el proceso político más importante de 2023 y avisó que se desarrollará en medio de una compleja situación nacional, marcada por "el bloqueo" y por "una intensa campaña mediática que intenta desacreditar el sistema electoral cubano, acusándolo de antidemocrático".
“Ahora en los últimos días han dicho que esas candidaturas ya estaban hechas, las precandidaturas, y por eso se iba a votar. No, no, no, ayer hubo uno o dos municipios donde se cambiaron candidatos”, defendió el también primer secretario del único partido legal en Cuba.
Tras ser designado por el general (r) Raúl Castro para perpetuar la dictadura instaurada por su hermano hace más de 60 años, el gobernante Díaz-Canel se siente legitimado en sus funciones y defiende las bondades del sistema electoral cubano, como uno de los más democráticos del mundo.
Ante las convocatorias de la sociedad civil cubana a no participar o anular la boleta en las elecciones, los dirigentes del régimen han sido llamados a interpretar el papel de “representantes” de los ciudadanos. Sin embargo, la percepción de estos es cada vez menos ingenua hacia un proceso que deja ver la naturaleza autoritaria de quienes lo diseñan e implementan.
En las antípodas de las elecciones representativas libres y transparentes, el régimen cubano intenta conceptualizar una “democracia popular” que no hay por dónde agarrarla en abstracto, y mucho menos cuando es Díaz-Canel quien la explica.
“En las consultas que se hicieron en asambleas municipales, por los criterios que dieron los delegados, se cambiaron personas en esas candidaturas. O sea, que tampoco esa candidatura fue aceptada totalmente y hubo cambio”, explicó el gobernante y recorrió con la vista el auditorio. “¿Es democracia o no es democracia?”, preguntó.
Ante la salva de aplausos recibida, el gobernante resumió satisfecho: “Y ahora todavía hay que ir a una elección popular”. Sin dudas, el Dr. Díaz-Canel es un cuadro hecho a la medida de la “doctrina revolucionaria”.
Con grandes esfuerzos, a juzgar por la expresión de su rostro, el gobernante explicó por qué el régimen cubano convoca al voto unido. Un solo partido político, el comunista; un voto único para elegir una lista de delegados, que nominaron otros delegados, que nominaron otros delegados, que votaron quienes fueron a esas tristes asambleas de barrio que los cubanos aborrecen. No puede haber democracia más avanzada en el planeta, según el credo del Palacio de la Revolución.
“¿Por qué pedimos un voto unido? Pa’ que nadie se vaya por encima del otro, pa’ que uno tal vez como presidente conocido en el país no esté por encima de un muchacho como estos, que tienen tremendo mérito, y uno es director de una escuela y el otro es presidente de un consejo popular. Pa’ igualar todo eso y pa’ que estemos todos en las mismas condiciones”.
Robert Dahl, uno de los más ilustres estudiosos de teoría de la democracia, se quedaría sin palabras ante los fundamentos de la "democracia" del régimen totalitario cubano.
“Por eso es la estrategia del voto unido… Pero es una estrategia revolucionaria, no es una estrategia de imposición. El que la entienda vota por todos, y el que no la entienda, vota selectivamente. Pero lo importante es que todos puedan salir”, concluyó el candidato santaclareño.
El pasado domingo, las Asambleas Municipales del Poder Popular se reunieron para nominar a los candidatos a diputados del Parlamento cubano, como parte del proceso electoral vigente y del cual saldrá el Consejo de Estado y toda la estructura de gobierno del país, ratificándose o no a Díaz-Canel como presidente.
"La democracia que no hay en Cuba es la que practica la sociedad del capital, la del imperio del dinero y la influencia, la que pretende imponerse a todos los países, sin considerar su historia, tradiciones y organización social y política", dijo el órgano oficial del comité central del PCC, saliendo en defensa de las nominaciones que no representan a muchos cubanos.
Democracia no significa multipartidismo, aseguró Granma, que definió este pilar de los sistemas democráticos como "una fragmentación de las fuerzas políticas de la nación, con un fin supremo: disputar el poder". Los cubanos, gracias a la clarividencia de los líderes de la llamada “revolución”, superaron ese déficit democrático del capitalismo liberal, y van todos a muerte con lo que diga el Partido.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (3)Archivado en: