La reciente oleada de migrantes cubanos ha popularizado el uso de motorinas y scooters en Miami, motocicletas de bajo cilindraje (mopeds) que se han convertido en un medio de transporte asequible y una alternativa para quienes no cuentan con un estatus legal.
Devenidas en una especie de salvavidas, sirven para moverse en una ciudad donde el auto privado es el medio de desplazamiento más utilizado y donde el transporte público no satisface las demandas de la creciente población.
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Las motos “sirven lo mismo para ir para el trabajo que para hacer los papeles, porque no todos los familiares te pueden llevar siempre al Children and Family (Departamento de Niños y Familia), donde se solicitan beneficios como bonos de alimentos o Medicaid", dijo en declaraciones a La Voz de América (VOA), José Blanco, un cubano recién llegado que trabaja en El Rey de las Motos, un tienda ubicada en el suroeste de la ciudad.
Boris Pedraza, dueño del negocio, se muestra feliz del auge de su venta, que ha pasado de vender una media de 15 motos al mes a una cifra que oscila entre 70 y 100 mensuales, algo que lo ha llevado a plantearse la ampliación de su negocio.
En declaraciones al citado medio, Pedraza precisó que los precios de las motos oscilan entre los 1,500 dólares y 2,500 dólares y tienen una autonomía de hasta 90 millas con un galón de gasolina.
De acuerdo con las leyes de la Florida, todo vehículo que posea un motor con una capacidad igual o menor a 50 centímetros cúbicos (CC) puede registrarse solo con el pasaporte.
No obstante, aunque técnicamente no se necesite una licencia de conducir para registrar las pequeñas mopeds, sí se debe tener licencia para manejarlas, subraya VOA.
A pesar de la utilidad de las motorinas y scooters para quienes acaban de llegar, entre los residentes ya arraigados muchos se quejan.
Hay quienes consideran que dificultan la circulación en la ciudad y aumentan las posibilidades de accidentes, porque los recién llegados no están acostumbrados a circular en medio de un tráfico tan abrumador como el que abunda en el sur de ña Florida.
Se quejan, además, de que las motos son lentas, difíciles de adelantar y obligan a conducir a menor velocidad a quienes van en autos, motivo por el cual algunos conductores recomiendan a los motoristas recién arribados que mejor circulen por vías secundarias y no por avenidas o autopistas.
Al aumento de las motos en Miami -ciudad que recientemente fue declarada entre las 10 ciudades con peor tráfico en el mundo- se suma como agravante la inflación, que ha traído como consecuencia que sea más difícil encontrar autos de uso a un precio asequible.
A pesar de las opiniones en contra, no son pocos quienes piden paciencia y solidaridad con los recién llegados.
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