La prensa oficialista de Guantánamo abordó la escasez de métodos anticonceptivos en esa provincia, especialmente de los preservativos, un artículo esencial para mantener relaciones sexuales plenas y seguras.
“Que se hable de afrontar las infecciones de transmisión sexual (ITS) con preservativos, y que no haya para comprarlos a un precio módico, me da gracia aunque no es chistoso. Cuánto tiempo más tendrá que pasar para que se resuelva el problema”, preguntó una joven entrevistada por el periódico Venceremos.
En un artículo del sábado pasado, el citado medio aseguró que “en los últimos meses” escasean los preservativos en las farmacias y centros de salud guantanameros. La escasez afecta también a la venta de otros métodos anticonceptivos, como condones, pastillas o inyecciones.
El problema subraya la desigualdad creciente en Cuba en tiempos de “continuidad”. Mientras los guantanameros más “desfavorecidos” se ven afectados por la escasez de estos artículos en los puntos de venta del sistema de salud pública, los que se encuentran en el otro extremo de la balanza social -los pudientes- tienen acceso a anticonceptivos a los altos precios del mercado informal.
Este mercado recurre sobre todo a las ofertas por internet, donde numerosos grupos de compra y venta –como Revolico- ofertan condones y otros métodos anticonceptivos y abortivos. En estos sitios virtuales, los precios que alcanzan estos artículos son dolorosamente reales.
Hasta 50 pesos o más puede costar un preservativo en “la candonga virtual”, en función de sus características. Teniendo en cuenta que, tras el “ordenamiento económico”, el salario mínimo de un cubano asciende a 2,100 pesos, la compra de un solo preservativo le supone el desembolso de casi un 2,5% de sus ingresos.
Hay que pagar “lo que quiera el vendedor” indicaron estudiantes de la enseñanza preuniversitaria en una encuesta reciente, según Venceremos. “Hay que ajustarse con ellos. No hay de otra”, explicaron.
Además de un problema para sus bolsillos, lo anterior implica un riesgo para su salud, pues el mercado negro no garantiza la calidad de los productos que en él se venden. Métodos anticonceptivos y medicamentos comprados por estas vías no cumplen con las regulaciones del sistema nacional de salud.
“De manera general, se quiebra la necesidad del ser humano de desear y ser deseado, y vivir una sexualidad plena, con placer seguro y saludable, con todo lo que lo anterior implica en el plano personal, y social”, concluye el artículo
Sin condones accesibles en todo el país, la voluntad de sus autoridades de promover las relaciones protegidas para reducir la incidencia de las ITS y el VIH/SIDA -uno de los compromisos de Cuba con los Objetivos de Desarrollo del Milenio-, queda en papel mojado.
Así lo confirmó la jefa del Programa de ITS, Deglis Luciano, quien confirmó el incremento de estas enfermedades sobre todo entre enero y octubre, con acento en el síndrome de flujo vaginal, que reportó el mayor número de casos; la sífilis y el VIH.
Aparejado a ello, también se incrementan las cifras de abortos tras los embarazos no deseados. En 2022 se verificó un número de interrupciones de embarazos superior al de los dos últimos años.
Además, preocupa el incremento de los abortos extraoficiales, de los cuales han trascendido casos terribles en medios independientes, con lo que estos implican para la salud reproductiva de las mujeres “en un país que lidia con la baja fecundidad y el envejecimiento de su población”.
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