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El preso político cubano Dixán Gaínza Moré dijo que llevará hasta el final la huelga de hambre que inició hace varios días para exigir su libertad y por los abusos y los atropellos que están sufriendo los manifestantes del 11 de julio (11J) en la cárcel de Cerámica Roja, en Camagüey.
Su hermana, Disney Azahares Moré, había presentado una queja en la Fiscalía Provincial pidiendo fe de vida del manifestante de 36 años, y confirmó a Radio Martí que el miércoles pudo constatar que Gaínza Moré continuaba en protesta.
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El lunes 26 de diciembre comenzó la huelga del activista, quien aseguró en un mensaje desde la prisión: "Yo comienzo una huelga de hambre en protesta por la falta de libertad de los presos políticos, por los abusos, por los atropellos que estamos sufriendo, y no voy a pararla hasta que dé como resultado la libertad, por lo menos la mía y después que salga, voy a continuar luchando por la liberación de los otros presos políticos".
En esa comunicación denunció: "Estamos encarcelados sin alimentos, los presos estamos con anemia y a la Fiscalía no le importa nada de eso, no vienen aquí para ver cómo están los presos, a ver cómo estamos comiendo, a ver las condiciones en las que nos tienen, sin toallas, sin colchón, sin sábanas, con camas rotas".
Azahares Moré afirmó que en el encuentro del miércoles su hermano le dijo que no dejaría la huelga hasta ser escuchado.
"Estuve en una oficina con él alrededor de veinticinco minutos, cuando ellos lo trajeron, me saludó, me abrazó, que yo no esperaba que esa fuera su reacción, porque él siempre nos dijo que no fuéramos después de esta decisión, pero yo tenía que verlo personalmente para cerciorarme cómo estaba él realmente", explicó.
Agregó que el prisionero estaba "muy calmado, porque él está seguro de lo que está haciendo"; y le comentó que "el día 7 de marzo es mi cumpleaños, si de aquí a allá no estoy en libertad, estoy muerto. No va a ser la primera persona de color que sea opositor y que esté muerto", comentó.
Gaínza Moré, miembro de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fue condenado a seis años de prisión por su participación en las protestas populares del 11J en el parque El Cristo, en la ciudad de Camagüey.
En esa provincia el régimen cubano dejó morir en 2020, tras una huelga de hambre de 40 días, al opositor cubano Yosvany Arostegui.
En Cuba hay más de 700 personas encarceladas por participar en las protestas pacíficas del 11J de 2021. La mayoría ha sido sometida a juicios manipulados y condenada a largas y arbitrarias penas de cárcel. Todos ellos son considerados presos políticos.
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