El gobierno de Estados Unidos no deportará forzosamente a los inmigrantes cubanos afectados por una filtración accidental de información del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y les permitirá reabrir sus peticiones de refugio que fueron ya rechazadas por incumplir los requisitos de “miedo creíble”.
La congelación inmediata de los casos en proceso de deportación a Cuba sobrevino como resultado de una decisión de la jefatura de DHS y posterior envío de cartas a los inmigrantes perjudicados con la transmisión de datos confidenciales al régimen cubano, según fuentes oficiales y documentos consultados.
“La agencia está considerando liberar a los detenidos mientras se revalúan sus credenciales de asilo”, dijo a CiberCuba una fuente gubernamental que pidió no ser identificada. “De hecho, las personas que iban a ser deportadas tendrán una segunda oportunidad y no serán enviadas a Cuba bajo el plan previsto”.
La fuente añadió que el DHS ha tomado muy seriamente el error cometido y ha desplegado “una investigación interna para analizar lo ocurrido y depurar responsabilidades”.
Aunque hasta el momento ni el DHS ni la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han emitido una declaración oficial sobre el asunto, en las últimas horas autoridades federales enviaron cartas a los cubanos afectados con la información de que podrían ser liberados y tendrán la opción de volver a presentar sus peticiones de asilo.
La decisión favorece a unos 130 cubanos retenidos en centros de detención en Florida y Texas, una veintena de ellos en el Centro de Transición de Broward, en Pompano Beach. Una noticia esperanzadora para la fecha de Navidad, con la expectativa de poder reunirse pronto con sus familiares en Estados Unidos.
“Considerando caso por caso y en dependencia de su elegibilidad, el ICE conducirá una revisión de la custodia para valorar si su liberación es apropiada”, indica la carta enviada a los cubanos detenidos.
Por lo pronto, las misivas han traído un respiro inmediato para detenidos y familiares, y constituyen una base firme para litigar por la permanencia de los cubanos en territorio estadounidense con estatus de refugiados.
“La incompetencia del DHS favoreció a estos cubanos para evitar una deportación inminente”, comentó a CiberCuba el abogado de inmigración Willy Allen. “Sus casos de asilo van a tener ahora una nueva oportunidad, con mayores opciones de ser adjudicados con los documentos correctos y quedarse en Estados Unidos”.
Todavía no está claro el procedimiento que será implementado para proceder con estos casos, la situación se vislumbra favorable para avanzar sus casos ante un tribunal de inmigración y sortear la deportación a Cuba.
Ni el DHS ni ICE respondieron mensajes de CiberCuba pidiéndoles un esclarecimiento sobre la situación de los cubanos afectados.
Las circunstancias de este incidente parecen alejar la realización del primer vuelo de deportación de ICE a Cuba desde diciembre de 2020.
El pasado noviembre, el gobierno cubano aceptó la reanudación de vuelos de deportación desde Estados Unidos con detenidos en la frontera mexicana tras una ronda de conversaciones migratorias bilaterales. La decisión constituyó una sustancial modificación en la estrategia de vuelos de deportación de ICE a Cuba, pues hasta el momento se habían nutrido solo de cubanos considerados inelegibles para permanecer como residentes legales en Estados Unidos, debido a delitos graves cometidos en el país.
El ICE comenzó a arrestar algunos cubanos recién llegados por puntos fronterizos desde octubre, lo que provocó una ola de protestas en la comunidad del sur de la Florida.
Pero la imprudencia de DHS desató el primer problema el 28 de noviembre, cuando la agencia publicó en su sitio digital un listado de unos 6,000 deportables de varias nacionalidades, entre ellos medio centenar cubanos. La relación publicada por error contenía datos confidenciales y resultados de la evaluación de miedo creíble de las personas, por lo que fue retirada de internet al cabo de cinco horas.
La ampliación del error en el caso de los cubanos se produjo el 7 de diciembre, cuando un funcionario de DHS informó indebidamente a las autoridades cubanas que en el listado publicado por error figuraban detenidos que habían solicitado protección en Estados Unidos por ser víctimas de persecución o tortura en la isla.
“Estas gentes habían perdido su entrevista de miedo creíble, pero al ser entrevistados proporcionaron información sensible su temor de regresar a Cuba y el régimen la puede usar en contra de ellos si son devueltos”, explicó Allen.
La ley federal impide revelar datos confidenciales de personas detenidas en Estados Unidos a un gobierno extranjero.
El fallo pone mayor presión sobre el DHS, que han sido blanco de críticas por el trato a los inmigrantes en la frontera y el funcionamiento de sus dependencias. Recientemente el jefe de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), Chris Magnus, se vio obligado a renunciar bajo cuestionamiento por el incontrolable flujo de inmigrantes por los puntos fronterizos de los últimos meses y quejas de la Patrulla Fronteriza en varios sectores de Texas.
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