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El activista Jonatan López Alonso lanzó, desde Alemania, la campaña "Ni un preso político más en Cuba", con el objetivo de acercar a estas personas a los ciudadanos cubanos y derrumbar la imagen que ha construido el gobierno de estas personas.
"Acercarle el ejemplo de estos muchachos que salieron el 11 de julio (de 2021) a protestar, a manifestarse, y a ejercer su derecho de libertad de expresión y de manifestación", explicó López Alonso a Radio Televisión Martí.
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El joven, cuñado del prisionero político Andy García Lorenzo, se encuentra exiliado en Alemania, a donde escapó con su familia tras ser acosado por la Seguridad del Estado en Cuba.
Con la campaña, quieren mostrar a los presos políticos como un ejemplo de lo que tiene que cambiar en Cuba, fundamentalmente en materia de derechos humanos y libertad de expresión.
"Que sepan que mañana pueden ser ellos mismos; pueden ser uno más de este presidio”, agregó López Alonso.
Entrevistar a familiares de presos políticos cubanos será una manera de llamar a la conciencia colectiva necesaria, para darle voz y rostro a todas esas personas que permanecen en las cárceles desde el 11J o mucho antes, solo por mostrarse inconformes con el proceso revolucionario y sus dirigentes.
Para inaugurar la campaña, se debatió en Twitter, con varias organizaciones vinculadas a la liberación de los prisioneros de conciencia, como Cubalex, Prisoners Defenders y familiares de estos reos.
Cuba no reconoce la existencia de presos políticos, a pesar de las denuncias de organizaciones internacionales y gobiernos democráticos. A los ciudadanos que se manifiestan en contra del gobierno los sanciona por delitos comunes, tipificados en las leyes vigentes.
López Alonso, junto a su familia, comenzaron en Cuba el proyecto "Ayuda a los valientes del 11J", que acopia comida otros insumos gracias a la donación de personas de todo el mundo.
Con el dinero recaudado se entregaron bolsas de comida y aseo a aquellos que lo pidieron, un aliciente para los familiares que sufren las nefastas consecuencias económicas de las políticas erradas adoptadas por el gobierno en los últimos dos años.
Tras la decisión de exiliarse en Alemania, los activistas mostraron preocupación por la calidad del proyecto, ya que las personas han dejado de donar el dinero que se necesita para comprar las ayudas para los presos políticos.
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