El piloto Rubén Martínez Machado, quien permanece detenido en Florida tras su arribo en octubre en una avioneta rusa AN-2 procedente de Cuba, está angustiado porque dice estar seguro de que si lo deportan a la isla lo acabarían fusilando, según el Código Penal entrado en vigor el 1 de diciembre.
“Temo por mi vida, por la de mi familia. Me siento muy preocupado porque no me han dicho nada de mi caso. Me tienen aquí en total incertidumbre y comoquiera que sea eso me afecta psicológicamente”, dijo Martínez Machado en videollamada con Univision 23.
“Me pueden no, me van a asesinar, ya no es una cuestión de si lo van a hacer o no, es que lo van a hacer”, añadió el joven de 29 años quien este miércoles requirió terapia psicológica en el centro de inmigración de Pompano Beach, en el condado de Broward, donde permanece detenido desde hace casi 50 días.
Su mayor temor es el riesgo de una deportación porque, teniendo en cuenta el nuevo Código Penal, su caso podría terminar en pena de muerte.
El nuevo Código Penal mantiene la pena de muerte en 24 delitos, entre los que se incluyen los actos contra la seguridad de la navegación marítima, los aeropuertos y vehículos de aviación.
“Entonces, no le den ese placer a esa gente, de que tomen mi vida por gusto”, concluyó Machado Martínez, quien está detenido sin derecho a fianza.
Eduardo Soto, abogado del piloto cubano, explicó en declaraciones al citado medio que están preparando un documento según el cual la corte acepta que, por haberse llevado un avión de Cuba, el caso de Machado cae directamente dentro del nuevo Código Penal y que su vida corre peligro si regresa a Cuba.
Existe el precedente del fusilamiento de los tres jóvenes que intentaron secuestrar la lanchita de regla en abril de 2003.
Tras su arribo a Florida, a Martínez Machado le presentaron formalmente cargos por entrada ilegal a territorio estadounidense y el juicio se realizará presuntamente en los primeros días de enero de 2023.
A comienzos de noviembre Elisa Machado, madre del piloto, dijo estar un "poco decepcionada" del trato que ha recibido su hijo en EE.UU., y advirtió de que si es devuelto a Cuba, Rubén irá preso.
Negativa de fianza
Tras 11 días recluido en un centro de detención de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), el 7 de noviembre pasado las autoridades estadounidenses negaron la posibilidad de que Martínez Machado peleara su caso de asilo político en libertad bajo palabra.
“El gobierno estadounidense, a través de la Fiscalía, salió con bastante agresividad en contra del señor Rubén Martínez Machado. Incluso, presentó argumentos pidiendo detención mandatoria, argumentando que el robo del avión es un crimen y, debido a ello, había violado la ley de Cuba y la de Estados Unidos”, declaró entonces su abogado, Eduardo Soto.
Antes el propio Soto había asegurado en otra rueda de prensa que haría todo lo posible para que su defendido permaneciera en territorio estadounidense, aunque admitió también como cierta la posibilidad de que pudiera ser deportado. En el mismo encuentro, Soto indicó que el caso había sido puesto ante un juez de inmigración sin necesidad de pasar antes por el procedimiento de la entrevista de miedo creíble.
Martínez Machado arribó a Estados Unidos en la mañana del 21 de octubre, procedente de Sancti Spíritus, a bordo de una avioneta monomotor Antonov An-2 que aterrizó en el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, en el humedal de los Everglades.
Poco después de tocar tierra tras unas tres horas de trayecto, el joven de 29 años fue puesto a disposición de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estadounidense.
Públicamente el gobierno cubano calificó la sustracción de la aeronave de “acto de piratería aérea", tipificado como delito en convenios internacionales ratificados por Cuba y EE.UU.
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