Dos cubanos que salieron de La Habana en un carretón tirado por un caballo rumbo al santuario de El Cobre para cumplir una promesa a la Virgen de la Caridad ya se encuentran en Santiago de Cuba y estarían próximos a arribar a su meta.
“Con fe salí, con fe llegué”, se escucha decir a uno de los viajeros que enseña una imagen de la Patrona de Cuba que cuelga de su cuello mientras hacen el trayecto.
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El protagonista de la promesa -cuyo nombre no ha trascendido- ha explicado en videos difundidos en Facebook por el internauta Chacorta Humberley Hernández que en diferentes puntos del camino han recibido hermosas muestras de solidaridad, aunque su recorrido ha sido mucho menos mediático que el que hiciera a pie hace unos meses Omar Quintero Montes de Oca, quien llegó a ser apodado como el “Pagador de Promesas”.
En una de esos gestos solidarios más recientes, los viajeros explicaron que en Bayamo, provincia Granma, una persona los acogió y les dio de comer a ellos y a su caballo que, a juzgar por las imágenes, parece estar en excelente estado físico a pesar de tener recorridos más de 700 kilómetros.
“Teníamos dos días sin bañarnos”, dijeron los viajeros en uno de los videos, quienes agradecieron al juez nacional de rodeo que no dudó en dormir en un colchón en el suelo para ofrecerles su cama.
“Dicen que no hay humanidad en Cuba, pero esta promesa ha sido para mí una gran experiencia, porque he hecho amistades que nunca pensé”, argumentó el pagador de promesa en un video en el que precisó que ese mismo día pensaba llegar al municipio santiaguero de Contramaestre, algo que ya consiguió.
“Para mí son tres campeones y felicidades a los que han colaborado con ellos en cualquier lugar de Cuba”, concluyó en Facebook Chacorta Humberley, quien aprovechó para reprochar que la noticia de la hazaña de esos dos cubanos no haya tenido hasta ahora cobertura en páginas de noticias.
CiberCuba se ha puesto en contacto con la citada fuente con el fin de recabar mayor información sobre el caso, así como los motivos que los llevaron a hacer una promesa que implica tanto sacrificio.
En marzo de este año el cubano Omar Quintero Montes de Oca, quien enero había partido caminando desde La Habana hasta el Santuario de la Caridad en promesa por la salud de su hijo, llegó a la icónica basílica santiaguera para cumplir su promesa.
Durante dos meses Omar, quien viajó empujando un carrito blanco de madera con cuatro ruedas y un techo rojo para resguardar una imagen de la Virgen del Cobre, fue seguido y acogido por miles de cubanos en toda la isla, fueran creyentes o no.
En el camino durmió en portales y parroquias, porque su promesa le impedía descansar en casas y hoteles, además de alimentarse de la generosidad de las personas que le compartieron agua, comida, ofrendas, dinero y abrazos para hacer menos difícil el largo trayecto durante dos meses de peregrinaje. Lamentablemente, el hijo de Omar acabó muriendo como consecuencia del cáncer que padecía.
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