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La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) propuso este viernes al gobernante Miguel Díaz-Canel y al General de Ejército Raúl Castro como precandidatos a diputados a la Asamblea Nacional para las elecciones generales de 2023.
La nominación la hizo Melisa Delgado Morales, miembro del secretariado nacional de la FMC, durante un pleno extraordinario de la organización.
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Delgado Morales basó su "propuesta" alegando que ambos son "personas que en momentos tan complejos como los que esta viviendo Cuba, jamás se les ha visto bajar la cabeza, sino que han salido al combate a tratar de buscar soluciones".
La dirigente también incluyó en su nominación a los vetustos comandantes Ramiro Valdés Menéndez, Guillermo García Frías y José Ramón Machado Ventura.
En otro momento de la reunión, fueron propuestas Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la FMC; Inés María Chapman Waugh, viceprimera ministra, y Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
Esta semana el Consejo de Estado convocó elecciones nacionales para el domingo 26 de marzo de 2023, en las que deben salir electos los diputados al Parlamento por un periodo de cinco años.
El domingo pasado se efectuaron las elecciones municipales del poder popular, las cuales registraron el índice de participación más bajo en la historia de esas votaciones, con un 68.58% de asistencia a las urnas, según datos del Consejo Electoral Nacional (CEN).
Con un padrón electoral de más de ocho millones de votantes, apenas votaron 5,728,220 cubanos, a pesar de que el gobierno dejó abiertos los colegios electorales una hora más de lo estipulado.
En la capital, casi la mitad de los electores no fue a votar.
La presidenta del Consejo Electoral Provincial (CEP), Maydelys Dupuy Zapata, informó que de 1,677,456 ciudadanos inscritos, solo acudieron a las urnas 916,128, que representan el 55% del total.
Pese a la fuerte campaña propagandística del gobierno, dueño de los medios de comunicación, la sociedad civil independiente logró en los pocos espacios que ha conquistado, desarrollar una campaña de oposición en la que instó a la población a no participar en el proceso electoral, y no legitimar con su voto el sistema antidemocrático impuesto por el régimen.
En las votaciones, marcadas por la apatía, hubo también denuncias de falta de transparencia, fraude y manipulación por parte de las instituciones estatales estatales vinculadas, que no permiten la participación de observadores independientes. Asimismo, se reportaron casos de acoso y sitios a opositores y activistas, cortes de Internet y otras medidas represivas.
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