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Australia asombró a tirios y troyanos con un triunfo sobre Dinamarca (1x0) y se clasificó a los octavos de final de Qatar 2022, resultado que hizo estéril el valeroso esfuerzo de una Túnez que venció con idéntico marcador a la titular vigente, Francia.
Cuando se cumplieron las primeras mitades de ambos choques correspondientes a la llave D, las pizarras reflejaban dos empates a cero y, por ende, Australia ya iba camino de repetir su mejor faena histórica en Mundiales (octavos de final en 2006).
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Los “Socceroos” salieron a la cancha del estadio Al Janoub con un libreto previsible: regalaban el balón e intentaban dar algún latigazo al contrataque. Sabían que Dinamarca tendría que adelantar líneas debido a la obligación de ganar, así que la impaciencia del contrario era su cómplice.
La “Dinamita Roja” dominó claramente el período, pero solo en materia de posesión y ocasiones generadas. La presión de sacar los tres puntos se veía en los gestos de sus hombres cada vez que fallaban un control o erraban algún pase. Los reclamos se sucedían de manera inusual, tanto como los despropósitos en el frente de ataque. Andreas Skov Olsen era un manojo de nervios, y Martin Braithwaite no se veía. Así, imposible.
El equipo de Kasper Hjulmand, que desembarcó en Qatar con la etiqueta de posible revelación, distaba de ofrecer la versión necesaria para avanzar de fase y romper una racha de cinco partidos mundialistas sin ganar, la cual había empezado justamente contra Australia en la cita de Rusia 2018 (1-1 con goles de Christian Eriksen por un bando y Mile Jedinak por el otro).
Hacía falta que la pólvora estallara y el técnico nórdico optó por dale entrada a Kasper Dolberg y Mikkel Damsgaard. Sin embargo, fue Australia la que dio la estocada (y sacó su pasaje) a la hora de partido a través de Matthew Leckie, en una larga escapada que hizo lucir blanda la marca de Joakim Maehle y colosal el disparo cruzado del veterano mediocampista australiano.
Mientras eso pasaba entre vikingos y canguros, en el césped del Education City, Túnez iba venciendo a Francia con golazo de Wahbi Khazri en el '58. Es decir, que los africanos habían tenido su pasaporte a octavos durante solo dos minutos.
Les Bleus, todo sea dicho, alinearon con una escuadra de suplentes, y no bien se pusieron detrás en el score Didier Deschamps introdujo a Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y, posteriormente, a Ousmane Dembelé.
Pero a los campeones del mundo nunca se les han dado bien las selecciones del continente negro: tanto, que esos cruces les habían deparado tres éxitos y dos descalabros antes del juego de este miércoles (cerca estuvieron de empatar los galos, es verdad, pero el VAR anuló el gol de Griezmann en tiempo de descuento).
De modo que Túnez derrotó por primera vez en estos escenarios a un rival europeo (sumaba cuatro empates y siete reveses), mas lamentablemente quedaba eliminada del Mundial tras permitir apenas una diana en tres encuentros.
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