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Las elecciones municipales en Cuba dan comienzo este domingo en medio de una crisis sin precedentes en el plano político y económico que cuestiona la legitimidad del régimen y movilizó a la sociedad civil independiente a promover la abstención.
Unos 8 millones de cubanos están llamados a votar en unas elecciones de las que saldrán conformadas las Asambleas Municipales del Poder Popular, integradas por delegados de claro perfil progubernamental, en su mayoría miembros del Partido Comunista de Cuba (PCC) o de su filial para jóvenes (UJC).
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Los 23,480 colegios habilitados en todo el país abrirán sus puertas a las siete de la mañana, en medio de una palpable incertidumbre en relación con la participación y el recuento de votos en un proceso que activistas y otros integrantes de la sociedad civil denuncian como opaco y manipulado por las instituciones del régimen.
Convencidos de que todo el proceso, desde la convocatoria hasta los resultados, no es más que una farsa electoral que busca legitimar al gobierno de la llamada “continuidad”, la sociedad civil independiente impulsó la no participación a través de redes sociales, llegando a posicionar en Twitter la etiqueta #YoNoVoto.
En ese sentido, activistas, artistas, opositores y periodistas independientes llaman a la ciudadanía a ejercer una “abstención activa o ideológica”, considerada como un gesto político de rechazo a la legitimidad del sistema político.
Aunque la doctrina considera también como abstencionistas a los votantes que emiten voto en blanco o nulo, son muchos los que consideran que la mejor forma de expresar el rechazo al régimen de la “continuidad” es a través de la no participación.
La “abstención activa o política”, según la Wikipedia, consiste en la renuncia a ejercer el derecho al voto. Aunque el voto en blanco o nulo expresa el rechazo de los votantes a la convocatoria, no deja de ser un acto de votación, algo incompatible por principio con la “abstención”.
Sin embargo, en Cuba son muchos los que temen señalarse por no acudir a las urnas el día de las elecciones, sabiendo que el proceso es monitoreado casa por casa por agentes e instituciones del régimen como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
“La abstención activa se entiende como una postura de protesta, y como una acción política, ya sea frente a una elección en particular, el sistema político en general o una situación de falta de garantías democráticas. La abstención tiene mayor significación política en los sistemas en que el voto es obligatorio”, indica la enciclopedia online.
Mensajes con las etiquetas #27NO, #YoNoVoto, #EleccionesLibres, #NOvotaciones, entre otras, fueron lanzados en redes sociales por activistas que explicaron las razones por las que ellos y muchos cubanos decidieron no asistir al proceso eleccionario convocado.
"Votar es lo que se hace cuando en un país hay #EleccionesLibres. Pero como en #Cuba no hay eso, lo correcto este #27NO es no votar", escribió en Instagram la activista Saily González.
"Es una forma de decirle a los señores barrigones de camisas de cuadros que llevan a sus queridas a los hoteles a los que nosotros no podemos ir, que ellos no representan a nadie, y que el tiempo del cambio ha llegado", añadió.
Por su parte, la activista por la democracia en Cuba, Carolina Barrero, compartió en sus redes mensajes para convencer a los ciudadanos a no asistir a las urnas, con el objetivo de demostrarle al gobierno que no cuenta con suficiente apoyo popular.
"En Cuba no se elige, elegir significa tener más de una opción política. En Cuba se vota por el candidato del Partido que diligente cumplirá las orientaciones de una jerarquía militar que ha declarado la guerra a la ciudadanía, a la que ha dado tres opciones: la prisión, el exilio o la sumisión. Esa jerarquía cree que nos ha hecho olvidar que ellos no son nada sin nuestra obediencia", escribió.
Mientras, la también activista Anamely Ramos cuestionó el verdadero papel de los delegados de circunscripción en Cuba y comparó el proceso con un circo.
"El Estado cubano ha convocado a elecciones de circunscripción como si Cuba fuera un país normal, como si esos delegados tuvieran alguna autonomía o pudieran resolver algún problema. Es un circo orquestado para el mundo. Los cubanos ya no lo creemos", lamentó.
En un inicio, la sociedad civil exigió una representación plural en estas votaciones, que estuviera más acorde con la composición real del país, pero la Seguridad del Estado acató la orden de impedir a activistas y opositores asistir a las asambleas de nominación.
No obstante, un joven panadero de Santiago de Cuba, José Antonio Cabrera Parada, fue nominado como candidato independiente en su circunscripción y deberá someterse este domingo al escrutinio popular, aunque es poco probable que lo elijan, teniendo en cuenta los antecedentes del régimen en casos parecidos.
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