Ana Hurtado arremete contra Joaquín Sabina: "Los flojos apártense"

Crecida por los aplausos que recibe de ciberclarias y otras calandracas que se contonean en Con Filo, Presidencia y Razones de Cuba, la influencer la emprendió contra el músico de 73 años que se posicionó a favor de la libertad que reclama la sociedad civil cubana.

Ana Hurtado y Joaquín Sabina © Facebook / Ana Hurtado - Joaquín Sabina
Ana Hurtado y Joaquín Sabina Foto © Facebook / Ana Hurtado - Joaquín Sabina

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Este artículo es de hace 2 años

Si la ventrílocua española del régimen cubano Ana Hurtado hubiera nacido en Baeza, no habría abierto su boca para despotricar sobre Joaquín Sabina; pero al ser de Úbeda, como el cantautor, pues tuvo a bien llamarle “flojo”, “burgués” y amigo del “contrarrevolucionario Pablo Milanés.

“Yo puedo hablar de Sabina, porque ambos nacimos en un pueblo que se llama Úbeda, en la Andalucía profunda”, dijo la queridísima del Palacio de la Revolución, indignada por las declaraciones del compositor español en las que afirmó que ya no podía “ser amigo de la revolución cubana”.


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Crecida por los aplausos que recibe de ciberclarias y otras calandracas que se contonean en Con Filo, Presidencia y Razones de Cuba, la influencer arremetió contra el músico de 73 años que se posicionó a favor de la libertad que reclama la sociedad civil cubana.

“Ahora estoy del lado de los que se manifiestan y de los que se exilian de la Isla. Los que hemos sido de izquierdas tenemos la responsabilidad de decir la verdad ante algunos desastres de la izquierda”, afirmó este fin de semana el célebre cantautor.

Imperdonable, según Hurtado. Ella, que es de Úbeda, no le puede dejar pasar semejantes declaraciones a su paisano. A pesar de los quilates del verbo de Sabina, la zascandila de las redes sociales y campeona #DeZurdaTeam se atrevió este domingo, día de San Diego de Alcalá, a rechazar el numen del ubetense en nombre de toda Cuba.

“Cuba no te necesita”, dijo la nueva estudiante de timbales tropicales y compañera de cumbancha del tumbador engominado de Díaz-Canel, primer secretario del partido comunista de Cuba entre toques de santo y tanganas revolucionarias. Para Ana, todo discurso que se aparte de #CubaEsAmor y #CubaAvanzaYLesDuele es propio de la “gusanera” y“odiadores”; y punto.

Ella, que nació en democracia, se formó en democracia y desbarra con la libertad de expresión que florece en democracia, abrazó -al igual que Joaquín- “ideales socialistas por lo que el franquismo hizo en nuestra tierra”. Al menos eso dijo, sin reparar que el autor de De Purísima y Oro tenía 26 años cuando murió Franco, mientras a ella todavía le faltaba una década para soltar su primer berrido.

“Ambos nos fuimos de Andalucía buscando más creatividad, más Libertad de espíritu; buscando crecer”, dijo Hurtado, que estudió periodismo en la Universidad de Sevilla, pero abandonó el "feudo socialista" porque, según sus palabras, escaseaba la creatividad y la libertad de espíritu. ¡Menuda andaluza! Una charnega cruzada con merluza, que se “creció” en la Pompeu Fabra y la Universitat de Vic.

“Si tú ahora, paisano Joaquín, dices que no puedes ser amigo de Cuba, influido por el contrarrevolucionario Pablo Milanés pues todos conocemos vuestra amistad, y por la vejez que en el capitalismo, si tienes dinero y eres de izquierdas te aburguesa, está bien, no lo seas”, sentenció Hurtado, maltratando el idioma español.

A pesar de no hilvanar frases ni pensamientos, la joven aseguró que seguirá “escuchando las canciones” de un maestro de la lengua, discípulo de Quevedo y San Juan de la Cruz, poeta fenecido en la Úbeda renacentista. Que las escuche, por dios, y que vomite de una vez toda la mierda que tiene en el buche. Que regurgite los gusanos que persigue, a ver si deja en paz aunque sea a Pablo Milanés.

“Me llama más esta isla que toda la admiración que he tenido por ti como artista”, repitió Hurtado a Sabina, asociando nuevamente a Cuba con el régimen totalitario que capturó el Estado y la nación en nombre de la llamada “revolución cubana”.

En su trabalenguas final, la “linda, buena y fuerte” de Hurtado dijo al cantautor que “la sangre que tenemos es la sangre, de una provincia andaluza maltratada, pero Cuba es Cuba. Y tiene suficientes amigos que no les hace falta apellidarse Sabina para seguir siendo digna y decente”.

“Esto es tarea de grandes, los flojos apártense”, sentenció la magna Hurtado, una sanguijuela en simbiosis con el régimen de la "continuidad".

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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