Lis Cuesta se derrite en elogios hacia Ana Hurtado: “Es linda, buena y fuerte”

Lis Cuesta, la esposa del gobernante Miguel Díaz-Canel, se derritió en elogios hacia Ana Hurtado, una joven española simpatizante del régimen cubano que pasea sus gracias por el Palacio de la Revolución, zalamera y comprometida.

“Esta joven, linda, buena y fuerte, es resultado de su formación familiar y personal, también de la influencia perseverante de la izquierda solidaria y hermana de Barcelona y del Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba. Con ellos no podrán tampoco los enemigos”, indicó Cuesta este martes en sus redes sociales.

Tocada con una florida vestimenta que realzaba su volumen, la funcionaria del ministerio de Cultura posó junto a Hurtado, mostrando discretamente la pulcra manicure de sus uñas, en contraste con las de la comunista española, una “pura sangre” que se deja uñas y dientes en las redes sociales defendiendo a Díaz-Canel y al dictador Fidel Castro.

Muchos cubanos se preguntan quién es Ana Hurtado, esa fanática que se pasea como unas castañuelas por un país hundido en la miseria. Aparece en Palacio abrazada a Canel. Luego se abraza a Carlos Lazo, a Eduardo del Llano, a Israel Rojas, incluso a Fidel Antonio Castro Smirnov, un cosmonauta cubano que se quedó gravitando alrededor de su primer apellido.

“Hermoso encuentro con las queridas Ana Hurtado y Graciela Ramírez, nuestro Paquito de Cuba y varios de los profesionales del equipo de comunicación de @PresidenciaCuba”, indicó la responsable de prensa de Presidencia, Leticia Martínez.

“Hablamos junto al presidente Diaz-Canel y Lis Cuesta de redes, solidaridad y articulación revolucionaria”, reveló la comunicadora, que ha encontrado en la compañera Hurtado una pieza que encaja en la decadente retórica del régimen, imparable en su afán de etiquetar que Cuba es Amor y demás infantilismos propios de la “continuidad”.

Ana Hurtado es Outis, una listilla que se pega buenos banquetes en la cueva de unos cíclopes que aplastan a los cubanos y premian la sumisión de agentes extranjeros que se enfundan en pantalones verde olivo y camisetas del Che.

“Anita, además de ‘buena y fuerte’ es agradecida. Agradece que haya sido el régimen cubano quien financió el único documental que ha hecho en su vida”, dijo un tuitero contestando a Lis Cuesta.

“Una basura, vive en el Capitalismo, pero viene a Cuba a hospedarse en un hotel y reírse del pueblo cubano”; “Esa es una macarra que nadie sigue en España. Cuidado, que quiere con tu Machi”, dijeron otros.

“Estos movimientos de izquierdas que subvencionan las embajadas cubanas en el exterior y que desestabilizan regiones y gobiernos: los enemigos que tienen son los cubanos libres que saben de lo que son capaces”, dijo un tercero.

“¿Que habrá detrás de todo esto? ¡Cuántos cubanos piden conversar y ser atendidos y los ignoran! Llega esta chupadora del otro lado del mundo y le dan honores. ¡Cómo es la política de cochina! Un pueblo muriendo y emigrando, ¡qué hipocresía!”, resumió otro.

A comienzos de agosto, la operadora política del régimen de La Habana aludió despectivamente a un opositor cubano gay residente en España y aseveró que “me sale un hijo como este ser y lo desheredo”.

Los comentarios intolerantes de Hurtado fueron hechos como parte de un post en que la española se dedicó a difamar a Lucio Enríquez Nodarse, un médico cubano residente en España, que se ha destacado en los últimos años por su activismo en favor de los derechos humanos en Cuba, y se ha convertido por esa razón en un blanco habitual de la española.

En junio, la española arremetió contra el trovador cubano Pablo Milanés, al que llamó "gusano y ruin". "Aquí en España la gente dice que en Cuba no hay libertad de expresión, pues fíjate si hay libertad de expresión que Cuba le abrió sus puertas a un gusano para que cante. Fíjate tú qué dictadura, que va el gusano mayor de todos los gusanos y se le da cancha para que cante", dijo.

"Yo creo que Pablo es un gusano desde el año 92, ha sido una persona bastante ruin y demás", dijo en una directa en Facebook en la que alabó al régimen por "permitir" el concierto del célebre trovador.