El periodista cubano Héctor González, quien tiene insuficiencia renal crónica, pidió ayuda en redes sociales para salvar su vida.
A Héctor, de 39 años, el tiempo se le agota, según le dijeron sus médicos. El joven periodista, que ha sido corresponsal de prensa en China y profesor universitario, está en la fase terminal de la enfermedad y el tratamiento que podría salvarlo -una diálisis peritoneal- no se está realizando en Cuba.
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En un desgarrador video de Facebook, González pidió ayuda para aplicar a una visa humanitaria y poder hacerse la diálisis en otro país, a fin de “continuar una vida lo más llevadera posible”.
“Estoy acudiendo a los médicos que me estén escuchando en España, Estados Unidos, México que quieran ayudarnos para entrar en un programa de diálisis peritoneal”, expresó González.
Aunque su condición mejoró después de largos tratamientos, este año presentó síntomas de uremia -sangre en la orina- y regresó a hemodiálisis, pero luego de 21 catéteres comenzó con estenosis en los vasos sanguíneos, lo cual provoca que cuando consume líquido su cabeza se hinche porque el líquido se acumula.
“Mi tiempo se agota porque he tenido muchos catéteres y han tenido que cambiarlos por infecciones, con el actual me quedaría poco tiempo y no se sabría qué hacer conmigo cuando haya que retirarlo”, expresó Héctor en la transmisión donde explicó la evolución de su padecimiento y expuso su situación actual.
Asimismo, solicitó a las autoridades de salud pública del país su colaboración para viabilizar el trámite, pues necesitaría documentación aprobada y avalada por el MINSAP para pedir el visado humanitario.
Héctor fue diagnosticado con la enfermedad en 2018 mientras se encontraba en China.
“Fue muy agresiva desde el inicio. Perdí una considerable cantidad de peso corporal y llegué a sentirme muy mal, al punto que llegué a Cuba en un vuelo desde Shanghai con 2.6 de hemoglobina, un verdadero milagro porque con esa hemoglobina es difícil sobrevivir a un vuelo de tan larga distancia”, relató en su video.
En Cuba, según contó, recibió tratamiento en el Instituto de Nefrología de La Habana donde estuvo cerca de tres meses en terapia intensiva y no lograron dilucidar las causas de la insuficiencia renal, que por lo general ocurre por diabetes, riñones poliquísticos o hipertensión, pero no presentaba ningún síntoma, y hasta hoy las causas se desconocen.
Según su testimonio, pasó un tiempo en consultas mensuales hasta que en 2020 un riñón dejó de funcionar y debió recurrir a la hemodiálisis -un proceso mediante se filtran las toxinas y el agua de la sangre.
Sin embargo, la complicación llegó cuando, según explicó, empezó a presentar problemas vasculares para lograr un acceso a través de las venas.
“Se me hicieron varias fístulas donde se une una arteria a una vena para hacer la hemodiálisis, pero al tener baja presión arterial y unas venas muy finas no se pudo alcanzar el acceso a través de la fístula”, de ahí que tuvieran que implementar en su caso la diálisis peritoneal donde donde se coloca un catéter en el abdomen usando el peritoneo como filtro.
Aunque con el nuevo método su salud tendió a mejorar, ahora se encuentra en la peor fase de la enfermedad.
Héctor terminó su petición agradeciendo a sus médicos, quienes no son culpables de la falta de insumos y no tienen cómo ayudarlo, y pidió a las personas que compartieran su pedido de auxilio. "Necesito la ayuda de ustedes", concluyó.
Como muchos cubanos, Héctor recurrió a las redes para pedir la colaboración de los médicos y las personas en su caso. En medio de una grave escasez de insumos y medicamentos en Cuba, cada se vez se vuelve más frecuente recurrir a otros medio para encontrar soluciones a enfermedades.
La crisis del sistema sanitario cubano mantiene en peligro la vida de muchos ciudadanos que claman por ayuda y establecen redes de apoyo entre ellos.
Mientras el caso de Héctor se mantiene en suspenso, las autoridades de salud Cuba ofrecen tratamiento de hemodiálisis y otros servicios a los turistas que se hospeden en instalaciones hoteleras de La Habana y Varadero, como parte de un acuerdo que pretende promover el “turismo de salud”.
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