Vídeos relacionados:
Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), festejó la aprobación del nuevo Código de las Familias tras un proceso en el que reconoció al pueblo cubano como “protagonista principal” (sic) y junto al él, “la vanguardia revolucionaria del Partido Comunista de Cuba”.
“Quiero agradecer y respaldar con todas mis energías y compromiso, a la joven generación de patriotas que lideran la continuidad de la Revolución”, puntualizó Castro Espín en su post de Facebook.
Lo más leído hoy:
La también diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular (máximo órgano legislativo) impulsó desde sus inicios el proyecto que calificó como la “ley más emancipadora, justa y hermosa del mundo”.
A finales de julio Mariela Castro ya había alabado la superación de prejuicios propios por parte de los máximos dirigentes históricos, que además "fueron capaces de identificar los cambios que necesitaba el país para mejorar y avanzar", dijo durante su intervención ante el plenario de la Asamblea Nacional.
El Código de las Familias fue aprobado con un 66.87 % de votos a favor en referendo realizado el domingo, que contó con una participación de solo el 74,01 por ciento de los electores, la más baja en después de 1959.
Durante la jornada de ese 25 de septiembre, varios usuarios denunciaron en redes sociales anomalías en el proceso de votación. La más replicada se refería al hecho de que, al momento de ejercer el voto, las boletas no tenían inscrito el número de colegio ni el de la circunscripción, pese a estar referenciado.
Tras los resultados oficiales la embajada estadounidense en La Habana festejó con un tweet la posibilidad que tendrán las parejas homosexuales de contraer matrimonio y adoptar niños, aunque recordó que "esto no cambia la naturaleza antidemocrática del régimen cubano. El pueblo cubano merece que se respeten todos sus derechos humanos y su capacidad de elección democrática en todos los ámbitos de la vida".
En medio de la polémica generada por someter a plebiscito el derecho de minorías históricamente violentadas, el intelectual cubano Miguel Barnet, fundador y presidente de honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), exculpó a Fidel Castro por la discriminación y represión desatada en los 60 contra los homosexuales, enviados a campos de trabajo forzado conocidos como Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
Barnet, exmiembro del Consejo de Estado de la República de Cuba, aseguró que Castro no tenía responsabilidad sobre estos hechos, pero igualmente "la asumió" con "honestidad y valentía".
Las UMAP fueron creadas para “reformar” a religiosos, homosexuales, disidentes y desvinculados laborales, a través del trabajo agrícola como método correctivo a nivel individual y político-ideológico.
Archivado en: