La directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), Mariela Castro Espín, y la esposa del gobernante Miguel Díaz-Canel, la funcionaria Lis Cuesta Peraza, encabezaron este sábado una conga contra la homofobia en La Habana.
Con el recién aprobado Código de las Familias de telón de fondo, la manifestación se celebró bajo el lema “Por todas las familias, el amor es Ley”. Una nota del portal oficialista Cubadebate aseguró que los participantes en la conga respaldaron un código que Castro Espín define “como el más avanzado del mundo en temas de derecho familiar”.
Mientras la hija del dictador Raúl Castro y sobrina del responsable de las UMAP en Cuba desfiló con un discreto pulóver blanco con el lema de la marcha, la no primera dama de Cuba lució un colorido vestido y su reloj Ballon Bleu de Cartier de 13,000 dólares, o uno parecido.
El detalle es indiferente; lo llamativo es que Mariela Castro y Lis Cuesta encabecen una “conga” por los derechos de las personas que pertenecen a la comunidad LGTBIQ+, y que el CENESEX sea la institución que marque el paso en este terreno por las calles y avenidas de un país sometido a un régimen totalitario, históricamente homófobo y travestido con la gracia de un ñame con corbata.
En la conga no podían faltar “autoridades del Partido Comunista de Cuba y del Gobierno en La Habana, así como funcionarios del Ministerio de Salud Pública”, dejando claro que los mismos que antes reprimieron, son las autoridades que ahora se contonean.
“No toda la comunidad LGBTQ+ es Marielista, oficialista, proCenesex, socialista, comunista, o cómplice de la Dictadura...”, reivindicó el activista Adelth Bonne Gamboa en sus redes sociales.
En su publicación, el joven defendió que “muchísimos miembros de esas comunidades que tengo en mi vida son extremadamente contestatarios y están bien ubicados en qué el Castrismo es uno de nuestros grandes enemigos también... ¡Y con ellos no se puede tener ningún frente común!”.
Indignado por la celebración de una conga militarizada y orquestada por los mismos responsables de acallar las voces diferentes al relato oficial, las contestatarias y todas aquellas que se alzan haciendo uso de la libertad de expresión, Bonne Gamboa denunció la hipocresía de Castro Espín.
“Una conga organizada por una mujer que ha dicho hace una semana que una mujer trans y presa política está bien en una cárcel [para hombres]... Una mujer trans que ha pasado las de Caín, cómo se dice dentro de esa prisión, y que su madre está todo el tiempo denunciando toda la odisea que vive día a día ahí”, subrayó.
En contra de la represión ejercida contra activistas como él, que reivindican derechos y libertades que el poder totalitario tergiversa y manipula, Bonne Gamboa denunció las amenazas recibidas para no celebrar ningún tipo de acto que contradijera el mensaje de la conga oficialista.
“Mariela dio luz verde y apoya que personas como yo, y como muchos que han denunciado, en este momento no podamos salir de la casa, porque vamos a tener ‘consecuencias legales’ si lo hacemos... ¡No me jodan! Me da tremenda rabia quedarme callado. Esto es sencillo: Libertad Para Brenda Díaz. Libertad para Cuba”, reclamó.
En otra publicación de sus redes sociales, el activista compartió una foto de la cabecera de la conga, con una flecha apuntando hacia Lis Cuesta.
“Ahora entiendo las llamadas de la Seguridad del Estado... Todo el que está ahí es continuidad y amiguito de la Dictadura”, dijo Bonne Gamboa, renuente a ceder su libertad de expresión a los funcionarios de un régimen que se encargan de maquillar una realidad lacerante, como la que protagoniza la presa política Brenda Díaz, y que, tras el Código de las Familias y el presunto activismo LGTBIQ+, no hace más que negar derechos y libertades a esos grupos sociales, y a todos los ciudadanos de Cuba.
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