El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel dijo este viernes que votar Sí por el Código de las Familias es "decir Sí por la revolución y el socialismo".
“Estoy seguro de que el 25 de septiembre cubanas y cubanos libres, soberanos y dueños del destino elegido ejerceremos nuestro derecho al voto. ¡Votar SÍ, es decir SÍ por la unidad, por la Revolución, por el socialismo, y es decir SÍ por Cuba!”, afirmó el también primer secretario del Partido Comunista.
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Reunido con partidarios del régimen y su nuevo Código en un conversatorio en la sede del CENESEX -institución que dirige la hija del dictador Raúl Castro-, el Dr. Díaz-Canel resumió el espíritu del encuentro con un mensaje propagandístico, en el que equiparó el referendo de una ley sobre familia con un plebiscito sobre “la revolución y el socialismo".
Visto como tal, es comprensible el despliegue del régimen para movilizar a los cubanos a que validen con su voto una Ley que aprobó la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano legislativo de un régimen que ha reconocido, por boca del propio gobernante designado por la Familia Castro, que en Cuba no existe separación de poderes.
Campañas en redes sociales, eventos masivos, programas de televisión, y otros espacios oficialistas generan propaganda las 24 horas sobre la “victoria” que significará votar Sí por le nuevo Código, mientras el tema provoca un encendido debate en la sociedad cubana, del cual solo se reflejan en el discurso oficial los “argumentos” (consignas básicamente) de los partidarios de aprobarlo.
En un claro ejemplo del significado de “continuidad” como doctrina de gobierno, los dirigentes del régimen pretenden volver a manipular la realidad con una votación sobre un tema que representa una supuesta “ganancia de derechos”, tras el que han ido construyendo el discurso que realmente les interesa reflejar con el resultado del referendo: el de la unidad de “todos los cubanos” con la “revolución y el socialismo”.
“Ante una obra monumental que convirtió el amor en ley, votar con el corazón”, reza uno de los tantos artículos laudatorios de la prensa oficialista de estos días, en los que quedan codificadas auténticas joyas de la retórica propagandística del régimen, como que el nuevo Código “convirtió el amor en ley”, una estupidez repetida hasta el cansancio por sus voceros.
Mientras Díaz-Canel convoca los cubanos a “votar con el corazón” (el cerebro siempre ha sido un órgano poco fiable para el régimen) -subrayando los resortes emocionales de la vieja propaganda castrista-, adorna la trampa en la que caerá el resultado de la votación, la de la adhesión del pueblo a la “revolución” y sus líderes, y al “socialismo” que consagra la Carta Magna del régimen como coartada para perpetuarse en el poder.
En ese agujero putrefacto por el ejercicio de seis décadas de poder totalitario, se refocilaron este viernes Miguel Barnet y otros partidarios del régimen que alabaron la figura del dictador Fidel Castro y lo pusieron en el altar al que tendrán que agradecer los cubanos que perciban una ganancia de derechos con el nuevo Código.
El referendo del Código de las Familias, convocado para este domingo 25 de septiembre, generó una gran polémica que no reflejaron los medios oficialistas, excluyó del derecho al voto a los cubanos residentes en el exterior, no será auditado por organismos independientes, emana del aparato legislativo al servicio del poder totalitario y regulará una materia de alto impacto para las familias cubanas; pero, según Díaz-Canel, aprobarlo significará “Sí por la revolución y el socialismo".
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