La expansión del incendio en la zona industrial de Matanzas tras el colapso del tercer depósito de la Base de Supertanqueros cubrió este lunes de nubes negras el cielo de la capital cubana.
El humo asociado al potente incendio continúa expandiéndose por toda la costa norte hacia el oeste del país, causando preocupación entre los habaneros que han visto oscurecerse el cielo de la ciudad con nubarrones contaminantes.
El incendio cobra fuerza tras el colapso de un tercer tanque en horas de la madrugada de este lunes, el derrame del tanque 2 que extendió el área del siniestro y el vertimiento de combustible en el primero que se incendió.
La situación "es muy compleja" porque hay "tres tanques encendidos", ya que se volvió a verter combustible en el uno y funciona entonces "como otro fogón", explicó el gobernador de Matanzas, Mario Sabines Lorenzo.
La Habana, a 104 kilómetros de distancia de Matanzas, ha visto señales del incendio desde el sábado, apenas transcurridas 24 horas del inicio de la catástrofe, cuando sobre algunas zonas de la capital se comprobó la caída de lluvia negra.
Según reportaron en redes sociales varios usuarios, una lluvia negra presumiblemente cargada de contaminantes se pudo detectar en varias zonas de La Habana. “Ojo, está lloviendo en algunas zonas de La Habana. Vean la contaminación. No se exponga a esa lluvia”, avisó el sábado el periodista cubano residente en Miami, Mario J. Pentón.
"En La Habana volvemos a amanecer con el cielo oscurecido por los residuos y olor a combustible en el aire. Hay que redoblar los cuidados", advirtió este lunes la activista Yoani Sánchez.
Por su parte, el proyecto audiovisual "Naturaleza Secreta" compartió impactantes imágenes tomadas en la mañana de La Habana, en las que son muy visibles los efectos del humo generado por el incendio en los tanques de combustible de Matanzas.
Imágenes enviadas a CiberCuba mostraron la imagen preocupante del cielo oscurecido por nubes negras que muy probablemente transportan elementos contaminantes.
Por su parte, las autoridades sanitarias de Matanzas recomendaron este lunes cerrar puertas y ventanas y usar mascarilla, incluso dentro de las viviendas, para evitar las consecuencias nocivas del humo asociado al fuerte incendio.
En días recientes, Cristina Díaz, profesora de la Facultad de Química de la Universidad de La Habana, dijo en declaraciones a Juventud Técnica que es necesario el cuidado de las vías respiratorias porque el petróleo es una mezcla de hidrocarburos de diferente composición que cuando se quema produce diferentes gases y partículas de carbón no combustionado (con apariencia de humo negro), que resulta muy perjudicial para la salud.
Ese material particulado puede estar acidificado por la absorción en su superficie de vapor de agua y gases ácidos, como el dióxido de azufre o los óxidos de nitrógeno, con acción irritante para las vías respiratorias.
"Las partículas más pequeñas pueden resultar mucho más peligrosas que el conocido hollín, porque entran en las vías respiratorias y pueden llegar no solo a los bronquios sino a los pulmones", resaltó.
La académica explicó, además, que el viento puede trasladar a grandes distancias del punto donde se produce la emisión esos vapores y partículas, en dependencia de las corrientes y velocidad del aire, sobre todo las más pequeñas.
Hasta las 10:00 a.m. de este lunes 8 de agosto, hora local, el parte del MINSAP contabilizaba 125 personas atendidas en centros de salud hasta ahora y 101 de alta médica. De los 24 hospitalizados, 5 se encuentran en estado crítico, 2 están reportados de grave y 16 de cuidado. Solo se ha confirmado la muerte de una persona mientras 16 continúan desaparecidos.
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