Miles de familias pinareñas aguardan por una casa desde hace 20 años

La mayoría perdió su vivienda en ciclones que pasaron por Cuba entre 2002 y 2008.

Nuevo barrio en San Luis © Gobierno municipal
Nuevo barrio en San Luis Foto © Gobierno municipal

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Este artículo es de hace 2 años

Un total de 6.347 familias de la provincia de Pinar del Río aguardan -desde hace veinte años- por una nueva casa; tras haber perdido las suyas por huracanes y ciclones, según cifras oficiales, que no incluyen a las víctimas de ruinas por deterioro de sus viviendas.

Los planes gubernamentales establecen dos vías para construir viviendas, la estatal y la privada, llamadas eufemísticamente "por esfuerzo propio"; pero en ambos casos el retraso es considerable, con solo un 10% ejecutado de las casas previstas, según datos oficiales recogidos por el dominical Juventud Rebelde, que dedicó un reportaje a la crisis de la vivienda, en la más occidental de las provincias cubanas.


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Entre 2002 y 2008, Pinar del Río perdió 10.800 casas por el embate de ciclones y, hace cuatro años, el gobierno cubano lanzó un plan de construcción de viviendas, que contemplaba la solución a la crisis con la edificación de hasta 12 mil viviendas en el cuatrienio; pero la bancarrota de Cuba ha impedido se cumplan las previsiones oficiales.

"A tres años y un tanto de aquella proyección no se ha avanzado mucho. Los incumplimientos de años anteriores se agolpan ahora en medio de un contexto de mayor estrechez económica y limitación de recursos, por la agudización del bloqueo de Estados Unidos y los efectos de la pandemia y la crisis global", explicó Juventud Rebelde a sus lectores.

Para este año, Pinar del Río prevé construir 1.832 viviendas, de las que 1.039 se destinarán a los sin casas por ciclones, informó Andrés Martín Carmona, director provincial de Vivienda, que calificó de "mínimo" el esfuerzo, supeditado a la asignación de recursos materiales por el estado y la capacidad de la industria local de materiales de la construcción.

De las 692 casas previstas, por el plan estatal, solo se han construido 170; hasta el cierre de mayo; y las obras de más de 300 no han empezado; de los 465 subsidios aprobados, solo se cumplen 88, mientras que por esfuerzo propio se construyen 254 de las 675 planificadas para 2022.

El plan -hasta ahora lineal- fue reajustado, teniendo en cuenta la tendencia histórica de que, en el último trimestre del año, se terminan más viviendas, pero habiendo solo cumplido un diez por ciento del total de viviendas previstas, Martín Carmona reconoció un "atraso considerable".

Maestra en infravivienda

Odalys Cabrera, maestra, casada y con dos hijos, lleva viviendo desde hace 20 años, en una infravivienda con piso de tierra, en el poblado El Cinco, de La Coloma. En un cuarto duermen ella, su esposo, y dos de sus hijos. La más pequeña cumplió este junio 19 años y nunca ha disfrutado de una casa de "verdad", se lamenta.

Su hija más pequeña no había nacido cuando, en 2002, los ciclones Isidore y Lili derrumbaron su casa; arrancándole el techo y uno de sus laterales completo.

"Desde 2013 estoy pidiendo un subsidio; como cinco veces lo he hecho ya y no he tenido respuesta. Por esfuerzo propio me es imposible construir", contó Cabrera, que reconoce las varias visitas con reportaje fotográfico incluido a la infravivienda en la que malvive con su familia; pero sin resultados.

El plan de subsidios estatales para la compra y/o construcción de viviendas, es el programa que más se incumple admitió Martín Carmona.

Madres con tres hijos y más

Madres con tres o más hijos, en situación de pobreza, reciben una atención priorizada de las autoridades estatales y provinciales, pero el programa -lanzado en 2019- tampoco ha cumplido las previsiones, no cuantificadas públicamente, pese a que la estrategia fue presentada como una fórmula para estimular la natalidad en el país más envejecido de América Latina y bajísima tasa de nacimientos.

Al cierre del mes de mayo, se habían concluido 50 casas, 29 estaban en ejecución y diez aún no se habían iniciado; estas últimas en los municipios de Mantua, Consolación del Sur, San Luis, Viñales, Los Palacios y Guane, aunque las madres de familias numerosas también disponen de la opción de compra directa de viviendas disponibles, contando con financiación estatal con un tope de 350 mil pesos; pero solo se habían comprado ocho casas.

Otras 240 viviendas con paredes de madera y bloques y techos de zinc o fibra se construirán este año en diferentes municipios, apoyados por Unidades Forestales y el Grupo de Logística de la Agricultura pero, en su mayoría, serán para trabajadores forestales y agropecuarios.

El plan de la vivienda se chequea semanalmente en Pinar del Río, pero la falta de cemento y acero, escasez de áridos, madera, puntillas, módulos de carpintería y el incremento de los precios de materiales y la carencia de combustible han retrasado todos los planes, reconoció Desiré Díaz Díaz, coordinador de programas del Gobierno provincial.

Municipios pinareños han iniciado la producción de paredes de barro y módulos de carpintería; pero Juventud Rebelde no dio detalles de cifras y localización; aunque en San Luis se planifica producir 20.000 ladrillos mensuales; fruto de una cooperación estatal y privada, coordinada por Construcción Civil, aseguró Díaz.

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