El ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, calificó este lunes de “compleja y tensa” la situación del sistema eléctrico nacional (SEN) y avisó que las “reservas de operación” este verano son insuficientes para cubrir la demanda, con lo cual los clientes tendrán que seguir soportando apagones.
“La situación del sistema eléctrico nacional es compleja y tensa, pero tiene solución, que no es inmediata, sino gradual”, reconoció Arronte Cruz durante su comparecencia en el programa televisivo Mesa Redonda para informar sobre la situación actual del SEN tras el incendio en la termoeléctrica “Lidio Ramón Pérez”, de Felton, Holguín.
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La generación de energía eléctrica en Cuba está en crisis desde hace meses, pero las acciones del ejecutivo de Miguel Díaz-Canel no acaban de estabilizar el SEN. Lejos de solucionarse, el problema se agrava.
Accidentes, averías, mantenimientos, fatalidades atmosféricas, escasez de combustible… la lista de problemas que afectan la generación eléctrica se agranda con el paso de los días. Aparejado a ello, los apagones que amargan la vida de los cubanos se hacen más frecuentes y extensos.
Las autoridades prometieron en junio que harían todo lo posible para que no hubiera cortes de suministro eléctrico durante los meses de verano, pero finalmente han tenido que reconocer que, en julio y agosto, hubo y habrá apagones.
Arronte Cruz explicó que el SEN cubano requiere una reserva igual o mayor que 500 MW para poder operar de manera estable y segura. Pero, según recogió Cubadebate, “las reservas de operación que tenemos en el sistema eléctrico son insuficientes para cubrir la demanda, por lo que se hace inevitable la afectación” al servicio.
El incendio de la unidad 2 de Felton ha dejado al SEN sin posibilidad de tener ninguna “reserva de operación”, según el ministro. El daño, afirmó, “impidió cumplir con el compromiso para el verano de 740 MW y conllevó a que se perdiera la reserva mínima necesaria para cubrir la demanda del sistema”, que para este verano preveían fuera de 150 MW de reserva.
A esta situación se suman “otras dificultades” que tienen que ver con la inestabilidad en las unidades de la generación que están operativas y la falta de mantenimiento en la generación térmica y distribuida.
La escasez de combustibles, las limitaciones financieras del régimen cubano (mal pagador de sus deudas) que le impiden obtener créditos para la compra de combustibles -ahora encarecidos con la invasión de Putin a Ucrania- y el lógico aumento de la demanda en verano hacen todavía más precaria la situación del SEN y cuestionable la capacidad del gobierno de Díaz-Canel para solucionarla.
Por el momento, las autoridades reconocen que la reparación del bloque dos de Felton demorará más de un año. No obstante, Arronte Cruz, Randy Alonso y el resto de los directivos del sector presentes en la televisión estatal no perdieron ocasión de culpar de la situación del SEN al “recrudecimiento del bloqueo y las medidas impuestas por la administración estadounidense”.
“En medio de la difícil situación económica que enfrentamos se ha hecho un gran esfuerzo para destinar los recursos financieros que necesita la generación eléctrica, sin embargo, no ha sido posible asegurarlos todos”, admitió Arronte Cruz.
“Los últimos barcos de combustible que hemos podido adquirir están alrededor de los 64 o 67 millones y traen unas 40 000 toneladas que alcanzan para 10 días de consumo como máximo en el país. A nosotros nos cuesta casi un 30% más, pues hay que traerlo de mercados lejanos”, se justificó.
La “importante obsolescencia tecnológica”, el coste de “sostener el sistema eléctrico”, los años de sobreexplotación en 19 de las 20 unidades de generación térmica y la falta de recursos, entre otros, hacen que el horizonte de solución de problemas se aleje con el paso del tiempo.
No obstante, Arronte Cruz consideró que el sistema se irá recuperando gradualmente, a partir de reparaciones parciales. Inversiones extranjeras en fuentes renovables de energía y eficiencia energética permitirán “ir revirtiendo la actual situación”.
“Mantenemos el trabajo de concientización en el uso racional de la energía. Los precios de los recursos energéticos hacen necesario el ahorro”, concluyó el ministro, fiel al discurso ideologizado del papel rector de las empresas estatales en la economía socialista, y alabando la “resistencia creativa” de los trabajadores eléctricos que “enfrentan y resuelven los desafíos que cada día se presentan”.
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