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La reparación del bloque dos de la Termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, conocida como Felton, en Holguín demorará más de un año, pues los especialistas todavía no han logrado trazar una estrategia para desmontar las estructuras dañadas por el incendio del 8 de julio último.
Edier Guzmán Pacheco, director de generación de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), explicó en el programa oficialista Mesa Redonda que la caldera sufrió daños severos, en particular en una de las columnas principales que descendió aproximadamente un metro, causando desniveles en el resto de la estructura.
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El funcionario agregó que hasta el momento no han determinado la totalidad de los daños de la caldera, pero que al menos el rotor, los calentadores de aire y los ventiladores no sufrieron afectaciones considerables.
Guzmán Pacheco apuntó que, tras el incendio, se vieron obligados a realizar labores de aseguramiento para evitar que la estructura colapse sobre los trabajadores que evalúan las afectaciones.
“La solución no la tenemos todavía prevista. Se está estudiando cuál sería el proyecto para desmontar las partes dañadas y seguir con la reconstrucción de la caldera, para ponerla en servicio”, puntualizó.
El directivo recalcó que la reparación del bloque dos de Felton demorará más de un año y que los especialistas encargados de la investigación han descartado que el incendio fuese intencional o como consecuencia de una incorrecta manipulación técnica.
“Todo se hizo dentro de las normas establecidas y no se violó ningún parámetro. Para ello se creó una comisión que actualmente investiga la causa raíz del fallo”, precisó.
Sobre el siniestro, explicó que comenzó exactamente a las 2:41 de la tarde del 8 de julio pasado, luego de que se produjera un salidero en uno de los codos de los quemadores de la caldera, que estaba apagada, pero aún conservaba partes calientes, y en fase de recirculación del combustible.
“Esto provocó que la mezcla se incendiara y se propagara rápidamente por todo el derrame de combustible. En un minuto y medio la llama alcanzó su máximo desarrollo”, aseguró.
Según el directivo, la noche anterior al incendio se había solicitado y decidido que el comando de bomberos que radica en la propia termoeléctrica mantuviera desplegado el equipamiento técnico en la turbina del bloque dos. Así explicó el hecho de que se iniciara en menos de un minuto la extinción del fuego.
Asimismo, refirió que el incendio se controló en 15 minutos y se terminó de sofocar a los 35 minutos de su inicio, pero que dejó daños severos en toda la estructura.
Guzmán Pacheco mostró una serie de fotos de la cámara de entrada a la caldera de la Felton, para respaldar su explicación.
“Podía haberse derrumbado completamente la caldera”, subrayó, y añadió que todavía se trabaja en el aseguramiento de la estructura, pues aún podría tener riesgos de derrumbe.
Sobre la unidad uno de Felton, recordó que desde el sábado pasado está nuevamente fuera de circulación, lo que significa un déficit de 500 megawatts (MW) en el Sistema Electroenergético Nacional (SEN). Al bloque se le realiza un nuevo mantenimiento que calificó como ligero, destinado a la limpieza de las tuberías.
Esto debe realizarse en todas las centrales eléctricas del país al menos dos veces al año, pues el crudo cubano tiene altas concentraciones de suciedad, reconoció.
Guzmán Pacheco señaló que tienen programados otros siete mantenimientos ligeros y parciales en lo que queda de año en las plantas Carlos Manuel de Céspedes (Cienfuegos), Antonio Guiteras (Matanzas), Renté (Santiago de Cuba), Diez de Octubre (Nuevitas) y Ernesto Guevara (Santa Cruz del Norte), entre otras, con el fin de recuperar parte de la potencia limitada en los bloques, de alrededor de los 291 MW antes de fin de año.
Arles Luna Leiva, director de generación distribuida de la UNE, afirmó que en el país la situación es cada vez más compleja, pues en los llamados grupos electrógenos la disponibilidad técnica es de menos del 50% y que no cuentan con los recursos o el financiamiento necesario para revertir el deterioro de esas unidades.
La consecuencia de todos estos problemas es el aumento de los apagones que, según las propias autoridades, no deben tener un fin en el corto o mediano plazo.
Jorge Armando Cepero Hernández, director de la Unión Eléctrica, dijo que los cortes en el servicio son programados en correspondencia con la cantidad de consumidores y la demanda de cada provincia.
Agregó que cuando los apagones se extienden por más horas de las previstas es como consecuencia de interrupciones propias del sistema. Mencionó que en días normales ocurren entre 400 y 500 de estas interrupciones y que en el caso del prolongado apagón que hizo salir a la calle al pueblo de la localidad de Los Palacios en Pinar del Río, fue como consecuencia de una de esas averías no planificadas.
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