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Vecinos de la ciudad de Guantánamo, en el oriente de Cuba, se niegan a pagar los 23 mil pesos por vivienda que puede costar pintar un edificio multifamiliar.
"Con eso no puede una familia normal que trabaja, mucho menos yo, que estudio Medicina y vivo solo”, declaró José Humberto Contantén al periódico local Venceremos.
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El origen del problema está en el Acuerdo 8641 del Consejo de Ministros, de julio de 2019, donde se dispone que las acciones de conservación en edificaciones las deban pagar, íntegramente, los beneficiados y con la llamada Tarea Ordenamiento los precios subieron considerablemente.
"El litro de pintura de vinil está a 126 pesos, y el de aceite para la marquetería sale a 500 pesos. El resultado es que pintar un paso de escalera de un gran panel de tres niveles cuesta 152,686 pesos, contra los 10 mil que anteriormente se pagaba por un edificio entero", explicó Mercedes Frómeta Fabré, subdirectora de Inversiones de la Dirección Municipal de Vivienda en Guantánamo.
Además, la mano de obra la calcula un sistema informático diseñado por el Ministerio de la Construcción que se encarga de definir cuánto cuesta el metro cuadrado de pintura, el monte y desmonte de los andamios, etc.
El plan estatal en la ciudad de Guantánamo para este año era pintar cinco edificios, de los 785 existentes, sin embargo, al igual que en 2021 nadie pretende pagar tal costo.
Entre las razones que ofrecen los vecinos para asumir los gastos, no solo están las cuestiones económicas, sino que muchas veces la pintura de la fachada de los edificios quieren hacerla sin arreglar otros problemas, como la humedad, roturas de ventanas o falta de aleros que impidan que las lluvias arrastren los pigmentos.
"Sin garantías de que la pintura sea de calidad, o esté bien aplicada y aguante toda el agua que le pueda caer, al menos, por un tiempo; ni pensarlo", aseveró un vecino.
La prensa oficialista destacó que esta situación trae como resultado que las ciudades cada días luzcan menos bellas y los edificios se deterioren, y ante la falta de soluciones concretas, se manejan algunas posibilidades, que pasan por la burocracia y las decisiones de los funcionarios.
"Un millón de pesos por pintar las áreas exteriores y comunes de cinco edificios es demasiado, sin importar quién pague", finalizó el artículo de la prensa oficialista.
El problema de Guantánamo es económico, pero en otras provincias de Cuba se registran inconformidades de la población ante el déficit de viviendas y la falta de recursos de la población para emprender un proceso constructivo.
En Ciego de Ávila continúan sin reparar una parte importante de las viviendas afectadas hace un lustro por el huracán Irma, que dejó un saldo de 1,300 derrumbes totales, según datos oficiales.
Como alternativa para la construcción de viviendas, en Pinar del Río anunciaron el uso de techos de bóveda, para hacer frente al atraso en la construcción de las viviendas planificadas por el gobierno y la escasez de materiales de construcción en Cuba.
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