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La activista cubana Anamely Ramos aseguró que “el 11 de julio será una fecha histórica para siempre”, al conmemorarse este lunes el primer aniversario de las masivas manifestaciones contra el régimen de Cuba.
“El 11 de julio será una fecha histórica para siempre. Nadie, mucho menos los que dicen gobernar Cuba, cuando realmente la desangran, pueden cambiar eso”, apuntó en su perfil de Facebook la académica cubana, quien se plantó frente a la Casa Blanca en señal de protesta porque considera que Estados Unidos tiene responsabilidad en lo que está pasando en la isla.
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Aseguró que “a solo un año, el 11 de julio no ha terminado. No podría terminar con más de mil presos políticos y en peligro en la cárcel. No podría terminar con los activistas y familiares dentro de Cuba, amenazados de ser los próximos presos. No podría terminar con Omara y conmigo queriendo regresar sin poder, y sin nada, en un país extraño”.
La activista recordó que lleva años trabajando por Cuba, preparándose como profesional y sembrando siempre la fascinación por la cultura cubana, que es un milagro.
“Llevo más de un año, desde que me fui de Cuba, durmiendo con el teléfono al lado para estar disponible para aquellas personas, algunas muy cercanas, que han dado mucho por derechos y libertades para todos”, expresó.
Asimismo, puntualizó que “el año de Maykel [Osorbo] en prisión es mío también” y que “desde que llegué a Estados Unidos estoy haciendo gestiones para poder regresar o, al menos, para que esta atrocidad tenga consecuencias, porque me doy cuenta que la impunidad de Cuba es uno de los eslabones fundamentales para que esa dictadura permanezca”.
La activista preguntó, además, que si a ella la destierran y no pasa nada, “¿qué pasara con los que están dentro, en peligro, solos, en las cárceles?”.
Aseguró que “las huelgas de hambre son también una respuesta a esa indefensión total” y que cuando sales de Cuba encuentras que “la indefensión se mantiene”.
“Sales y, además de lidiar con las presiones inhumanas de una dictadura, también tienes que hacerlo con las reglas de un mundo democrático donde todo tiene sus tiempos, papeles, lobbys, malabares políticos y re-juegos ideológicos que nada tienen que ver con quién es y qué busca un activista”, expuso en su análisis sobre el primer aniversario del 11J.
Apuntó que “un activista no es un político” y que “los tiempos de las organizaciones internacionales no son los de las víctimas”.
“Hoy, 11 de julio, Ariel Ruiz Urquiola está en su octavo día de huelga de hambre y sed. Su cuerpo puede colapsar de un momento a otro y no es una metáfora. Ariel sabe perfectamente eso y está dispuesto a seguir hasta el final”, comentó en la red social.
Ramos dijo que lo único que le parece coherente para seguir acompañando a Ariel es plantarse frente a la Casa Blanca en señal de protesta, “porque vine a este país a buscar ayuda para mis amigos presos, para encontrar formas conjuntas de construir democracia en medio de un régimen totalitario dentro y fuera de Cuba y encontré un equilibrio del que no soy y no quiero ser parte. Demasiados cálculos y demasiados malabares”.
“Estoy aquí y no en otro sitio, porque considero que Estados Unidos tiene responsabilidad en lo que está pasando conmigo y con Omara. No han tratado la actuación de las aerolíneas de manera seria y han condicionado el apoyo que podrían darnos a una petición de asilo que no vamos a hacer”, advirtió al explicar sus razones para protestar frente a la sede del gobierno estadounidense.
Puntualizó que vuelve a “estar en la calle de manera literal porque estoy ya en la calle de manera simbólica: sin país, sin documentos, sin trabajo, sin mi hijo, sin ni siquiera un ID para volar sin susto dentro de Estados Unidos. No estoy aquí por Ariel Ruiz Urquiola. Estoy aquí por mí misma, por derechos que sé que tengo aunque estén siendo violados”.
Reiteró, además, que permanecerá allí, “simplemente con todo lo que soy y tengo, pensando y sintiendo a aquellos que están peor que yo. A esos jóvenes presos y sus familias que no dejan de sorprendernos a todos. A Maykel y a Luis. Y por supuesto a Ariel Ruiz Urquiola que ahora mismo es el más libre de todos nosotros”.
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