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El escritor y periodista cubano Carlos Manuel Álvarez afirmó que su idea de organizar una flotilla pacífica para regresar a su país no es un delirio ni una quimera, y dio más detalles de su razonamiento, luego de que fuera comentado en el programa Con Filo de la televisión cubana.
"Me dice mi madre que han sacado en el programa Con Filo (jamás he visto eso ni lo voy a ver) mi post en el que digo que estaría dispuesto a subirme a una flotilla pacífica para reclamar el derecho legítimo de entrada a nuestro país", dijo Carlos Manuel en su muro de Facebook.
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"A mí esos chupatintas no me van a tergiversar, el batallón entero de la propaganda castrista no conoce el lenguaje un cuarto de lo que lo conozco yo. No hablo por gusto, no pinto farol, no practico la demagogia ni la bravuconería", recalcó.
Con Filo, un espacio de propaganda estatal donde se difama de voces que critican el sistema, mostró el jueves la noticia de CiberCuba sobre la idea de Álvarez de organizar una flotilla, y el presentador Michel Torres Corona se burló diciendo que era una noticia "simpática".
Pero en opinión del joven intelectual, quien se encuentra en Estados Unidos, los cubanos pueden organizarse y desarrollar su iniciativa, aunque admitió que lleva trabajo, paciencia y mucho esfuerzo colectivo.
"Quizá he perdido toda referencia práctica, pero la verdad los gestos improbables no me parecen un delirio ni una quimera", señaló.
Álvarez, director de la revista digital El Estornudo, aseguró que no sabe si cuando llegue el momento de viajar a Cuba el gobierno lo deje entrar o no.
"Nos encontramos en ese punto en que tu madre, tus tíos, tus abuelos y tus padres se mueren de ganas de verte, pero prefieren no verte antes de que vayas a tu país", subrayó.
También dijo que su prioridad en este momento es que la activista y profesora universitaria Omara Ruiz Urquiola, a quien el régimen le prohibió tomar un avión desde Florida hacia La Habana, pueda regresar a su casa.
"El resto son ideas que tendremos que articular en conjunto, pero que están vivas. El régimen no da puntada sin hilo. Si saltan, les preocupa. Habrá que sacarles un santo de la quinta esquina de la habitación", concluyó.
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