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El joven músico y manifestante del 11J Abel Lescay resultó condenado a cinco años de libertad limitada, y solo podrá salir de su domicilio por razones de trabajo y estudio.
“Ya salió mi sentencia. 5 años de limitación de libertad. Es en la casa, trabajando o estudiando. Me felicito. Muchas gracias a todxs por su gran ayuda”, indicó el ex estudiante del Instituto Superior de Arte (ISA), del que fue dado de baja “por bajo rendimiento académico” cuando cursaba el segundo año de una licenciatura en música.
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El joven, que tras su expulsión dijo que se pondría a trabajar para sacar nuevo disco, afirmó que pretende hacer “música para todas las voces que tejen el presente. Un nuevo disco de música libre en Cuba”.
“Me dieron la baja en el ISA. Ponché algunas asignaturas, no pudieron darme la repitencia. No pierdo mucho más que un albergue. Sigo mi preparación como compositor con mi amado maestro Juan Piñera”, expresó el joven en sus redes sociales.
Lescay fue condenado a seis años de cárcel por ofender a un policía el 11J. Tras conocer la sentencia que le impusieron los tribunales por ejercer su derecho a manifestarse, el músico calificó el veredicto como “un descaro”
"Me echaron 6 palos. Mañana doy la noticia oficial. Qué descaro, asere, Nos vemos el viernes en Casamarilla, que voy a meter tremendo perro conciertón", escribió Lescay en Facebook a finales de marzo, poco después de conocer la noticia.
Inconforme con la sentencia, el joven apeló ante el Tribunal de San José de Las Lajas a comienzos de junio y se encontraba a la espera del veredicto tras el juicio de apelación. "El juicio fue lo mismo de siempre. Hay que esperar el resultado. ¡Gracias!", describió con pesimismo.
El músico, que desde un primer momento admitió que se excedió durante las históricas protestas del 11J al llamar “maricón” a un policía, dijo en su turno de palabra en la apelación que ya había sido castigado por eso, pues estuvo siete días detenido.
Este miércoles, el recurso de casación interpuesto por el joven contra su sentencia prosperó finalmente, modificando la sentencia de prisión de seis años, a cinco años de limitación de libertad, también conocida como “prisión domiciliaria”.
Isel María Lescay Oliva, su madre, reveló que la vista de apelación duró horas y que su hijo intervino para decir que él no era un delincuente ni tenía mala conducta social, y que lo único que sabía hacer en su vida era estudiar piano.
"Él reconoció que se había excedido, que había actuado mal, que no estaba bien ofender a las personas de palabra en la calle, mucho menos a un policía. Pero que lo que había hecho era un rap, que forma parte de las cosas que él estudia y que los raps son así. Que requieren cierta marginalidad y que él entendía que se había excedido y que ya había sido castigado por eso, que ya había estado siete días detenido, que había sufrido toda la crudeza que implicaba eso", detalló la mujer.
El caso de Lescay concitó la solidaridad de muchos de sus compañeros de estudio, llegando a crearse el Movimiento por la Libertad de Abel Lescay. Integrantes de este grupo denunciaron amenazas de las autoridades de la Universidad de las Artes, que buscaban impedir que promuevan acciones cívicas en favor del músico cubano.
Un comunicado del Movimiento afirmaba en abril haber recibido muestras de solidaridad por parte de universitarios extranjeros y de “personas de dentro y fuera de la isla, académicos, profesionales, figuras públicas, periodistas, activistas, obreros y trabajadores del sector privado”.
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