El Gobierno de la provincia cubana de Las Tunas topó el precio de los productos agropecuarios y amenazó a los comerciantes de los mismos con rigurosas inspecciones.
Los Comités de Concertación de Precios y el Consejo de la Administración Municipal acordaron establecer la libra de plátano vianda a 12.00 pesos, como máximo, y mantener el precio vigente de 7.00 la libra de plátano burro, 8.00 la de boniato, 7.00 la de yuca, 6.00 la de calabaza, 10.00 la de lechuga, 30.00 la de tomate y 20.00 pesos la de col, según un reporte del local Periódico 26.
Manuel Pérez Gallego, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia, afirmó que la medida se decidió para "proteger el nivel adquisitivo de la población" y advirtió a los vendedores que "no se iba a permitir desorganización en la actividad comercial".
Asimismo, alertó que los temidos órganos de inspección serán los encargados de velar por el cumplimiento de las tarifas aprobadas.
En febrero pasado el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, aseguró que a pesar de la subida de salarios la inflación creciente en el país ha ocasionado que los cubanos vean su nivel de ingreso más deteriorado.
Aunque afirmó que inflación en Cuba se está dando por el "incremento de los costos reales de las importaciones del país" y el "déficit de oferta" con "exceso de liquidez", no pudo mostrar una vía para solucionar el problema, agravado tras la implementación de la llamada Tarea Ordenamiento en el país.
Ante las críticas de la población, en algunas provincias han llamado a topar los precios de los alimentos. Es el caso de Camagüey, donde la prensa oficialista afirmó que "el Estado tiene la responsabilidad de regular los márgenes de ganancia y asegurar la trazabilidad de los costos, tal como funciona en el mundo, y si fuera necesario volver a topar algunos, sobre todo los de los renglones más sensibles".
Por su parte, en Las Tunas también son temidos los inspectores, por aplicar multas irracionales a ciudadanos de escasos recursos.
Actualmente hay tres activistas presos desde el pasado año por defender a un vendedor de plantas a quien un inspector le impuso una sanción de 5.000 pesos a pesar de que este tenía a su mamá enferma.
Esta semana trascendió el caso de un anciano cubano de 83 años y excombatiente de Angola, quien se suicidó en esa provincia del oriente de Cuba tras haber sido multado con 4,000 pesos por vender viandas en una carretilla y no tener dinero para pagar la sanción.
El hombre, identificado como Ángel Pacheco Soublet, vendía frutas y vegetales para ayudar a mantener a su esposa, quien permanece postrada en una cama, y a su hija, que cuida de su madre enferma.
Mientras tanto, las soluciones del gobierno han sido calificadas de abusivas por la población y los productores de alimentos, que a la larga deben pagar el fracaso de las políticas estatales.
Ante de finalizar 2021, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel propuso ante los miembros del Comité Central del Partido Comunista que los empresarios y productores de la isla debían renunciar a las ganancias para que los precios disminuyeran.
"Hay dos medidas que son indispensables a cometer de inmediato, que son, ir a una discusión política con todos los productores y comercializadores, y convencerlos de la necesidad de en las circunstancias actuales, renunciar a un determinado nivel de rentabilidad o ganancia particular o colectiva, en función de bajar precios y que la población tenga precios más asequibles", expresó.
El anunció generó críticas entre los ciudadanos cubanos, quienes le recordaron al mandatario que el gobierno no renuncia a los beneficios de las ganancias que obtiene en las tiendas en MLC ni otros servicios, con precios elevados e impagables.
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