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Tras el hallazgo este miércoles del cuerpo de un presunto inmigrante atorado en unas rocas del río Bravo, ya son 44 las personas fallecidas en lo que va de 2022 en el cruce irregular a Estados Unidos desde México.
Según el portal mexicano Zócalo, agentes de Protección Civil y del Cuerpo de Bomberos realizaron un operativo para sacar el cuerpo sin vida de una persona que estaba atascado entre las rocas en la ribera del río, en una zona cercana a la colonia Morelos, en la ciudad fronteriza de Piedras Negras, del estado de Coahuila.
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Luego de esta acción de rescate, el cadáver de la víctima fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) de ese estado por orden de la Fiscalía Estatal.
Desde que inició 2022 y hasta este miércoles, según el citado reporte, al menos 44 inmigrantes (incluidos cubanos) han muerto por ahogamiento en las traicioneras aguas del río Bravo.
De ese total, 13 murieron en el cruce por Piedras Negras, 15 en Eagle Pass, 10 en Acuña y el resto en la zona conocida como Del Río.
Este martes, el citado medio de prensa había reportado que autoridades mexicanas lograron rescatar otro cuerpo de un supuesto inmigrante, que era arrastrado por la corriente.
Pescadores locales vieron desde un paraje conocido como Las Agujas, cercano al río, el cuerpo flotando entre las aguas y de inmediato reportaron a integrantes del Grupo Beta, organización creada por el gobierno de México para proteger y defender los derechos humanos de los migrantes que transitan por ese país, sin importar su nacionalidad o situación migratoria.
El cadáver de este migrante también fue trasladado a la sede del SEMEFO del estado de Coahuila.
Varios cubanos han perdido la vida intentando cruzar el peligroso río que divide México de Estados Unidos. En 2020, fue hallado el cuerpo sin vida del cubano de 23 años Carlos Jorge Tomás Reyes.
En abril de 2021, otro joven cubano que trataba de llegar a suelo estadounidense murió mientras procuraba cruzar a nado.
A finales de ese año, CiberCuba reportó la muerte de Jill Leyva Toledano, de 25 años, quien se ahogó al intentar cruzar el río para llegar a Estados Unidos.
En marzo de 2022, trascendió cómo el inmigrante cubano Guillermo Alan Matos perdió a su esposa uruguaya y a su hijo de cuatro años mientras intentaban cruzar las peligrosas aguas del río rumbo a Estados Unidos.
El cruce se produjo en Ciudad Acuña, estado de Coahuila. Todos los integrantes de la familia se metieron al río juntos, pero la fuerte y traicionera corriente arrastró a la joven esposa de Matos, Alessa Nadines Patiño Rivero, de 25 años, y a su hijo Ismael, sin que el cubano pudiese hacer nada por sus seres queridos.
A finales de ese mes también se supo del ahogamiento de dos cubanos, padre e hijo. Luis Miguel González Sáez y su padre José Luis, ambos de Placetas, Villa Clara, fueron arrastrados por la corriente del río al intentar llegar a territorio estadounidense y fallecieron en el lugar.
El cuerpo de Luis Miguel fue encontrado una semana después, tras el despliegue de un operativo y la petición de ayuda entre cubanos que viven cerca de la frontera.
No obstante, estas tragedias no han detenido la escalada de migrantes que cada día se lanzan a las aguas del río fronterizo para llegar a territorio estadounidense.
Este miércoles se conoció que más de 300 cubanos lograron cruzar el río Bravo en tan solo un día para alcanzar territorio de Estados Unidos.
Los cubanos llegaron hasta orillas del río Bravo camuflados entre los residentes locales que acuden a disfrutar de sus frescas aguas, para mitigar las altas temperaturas, y lograron burlar la seguridad establecida en el lado mexicano, aseguró Zócalo.
Este fin de semana un reportero mexicano de la localidad de Piedras Negras captó el momento en que un grupo de cubanos, entre ellos un niño, se sumó a inmigrantes centroamericanos para atravesar el río.
También este martes, el reportero de ImpactoVisión Noticias transmitió en vivo por las redes sociales el cruce de otra familia cubana con una menor de edad hacia Estados Unidos, luego de más de 20 días de viaje desde Nicaragua hasta las cercanías del Puente Fronterizo de la ciudad mexicana de Piedras Negras.
Junto a unas diez personas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, la familia desafió la peligrosa corriente con una niña sobre los hombros de un adulto que se presume era su padre.
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