Las cafeterías estatales en Las Tunas tienen muy poco que ofertar a los residentes, pues desde octubre de 2021 en la provincia oriental no se recibe harina de trigo para elaborar los productos que ofrecen los establecimientos de la red gastronómica.
En declaraciones al Periódico 26, el director de Gastronomía en el municipio cabecera, Luis Manuel Páez Tamayo, reconoció el mal momento en el que están las cafeterías estatales en la ciudad tunera, entre otras razones, por la carencia de ese insumo.
“Ante la falta de harina utilizamos extensores como la yuca, el polvo de arroz y otros que nos permitan mantener activas las líneas productivas”, explicó. “Actualmente ofertamos casabe”, un producto que aseguró “goza de aceptación por parte de los consumidores”, quienes en realidad no tienen muchas opciones.
Páez añadió que también venden bolas y fritas de yuca, croquetas, medallones, y apuntó que el personal que trabaja en los centros de elaboración procura preparar alimentos “con la mayor calidad posible”.
Sin embargo, personas entrevistadas por el semanario oficialista aseguraron que comprar productos en las cafeterías estatales es cada vez más difícil.
"De La Victoria me llego hasta esta unidad porque es de las abastecidas y para colmo ahora ya no encuentro ni el yogur de soya. Ahora mismo regreso con las manos vacías. Les compraré a los muchachos un par de pasticas de maní en algún punto de venta, pero eso no me resuelve ningún problema", refirió una tunera al periódico luego de no haber encontrado nada en el complejo gastronómico La Arboleda.
Según la entrevistada, encontrar opciones para la merienda de sus hijos y sobrinos, y para que coman algo después de jugar, es todo un reto no solo por los precios, sino por la falta de ofertas, agregó en el citado reportaje.
Situación similar enfrenta otra madre en esa ciudad oriental, quien se pregunta, como muchas otras familias, qué les dará a los muchachos para la escuela. “Ya no aparece nada por la escasez de harina, con suerte alguna croqueta o medallón”, dice.
No obstante, el desabastecimiento no parece ser el único problema en los locales estatales que venden alimentos. La mala calidad de las pocas ofertas golpea también a los tuneros: "Oiga, el otro día compramos un pomo de jugo de fruta bomba y cuando llegamos a la casa estaba fermentado, perdimos el dinero y el viaje. Hoy pasó algo similar en otra unidad del Estado. Y los precios son altos. Es irrespetuoso", contaron dos ancianos al semanario.
Aunque la falta de abastecimiento es general en todo el país y poco se puede hacer sin recursos y materias primas, la directora de Gastronomía en el Grupo Empresarial de Comercio en Las Tunas, Dalgis Inés Pupo Hernández, sostiene que “muestran mayor cantidad de ofertas las cafeterías inmersas en el perfeccionamiento del sector, resultado de la autogestión de las unidades y su compromiso de lograr eficiencia”.
Según la directiva, todas las unidades tuneras entraban en “perfeccionamiento” a partir de este 31 de marzo y luego, a finales de abril, se sumarán los centros de elaboración, aunque no precisó en qué consiste este proceso. Solo afirmó que se hace con “el objetivo de lograr mayor estabilidad en las ofertas y mantener precios asequibles para los diferentes niveles adquisitivos de la población”.
El nuevo modelo de gestión estatal diseñado para obtener “resultados superiores” en el sector de la Gastronomía en Cuba, implementado desde el pasado año, no logró su cometido, según señaló el periódico oficialista Granma a inicios de marzo. Al menos 50 empresas gastronómicas en el país registraron pérdidas al concluir el 2021, una cifra que representa el 27 por ciento de las entidades.
Los problemas de desabastecimiento, mala calidad de los productos y escasez de ofertas no encontrarán solución en tareas de “perfeccionamiento”, sobre todo si se tiene en cuenta que es una situación de crisis que se vive a nivel nacional.
Aunque la gastronomía estatal en las provincias cubanas sufre una evidente contracción debido al déficit en el suministro de harina de trigo, el gobierno cubano mantiene el abastecimiento del producto para elaborar el pan que se vende en cuotas racionadas a la población.
Sin embargo, en días recientes, una especialista de la Industria Alimentaria en Cienfuegos reveló que el trigo que se importa para la fabricación de ese pan tiene un alto porcentaje de impurezas. Una materia prima que a su juicio es de “una calidad pésima”, por eso "las rugosidades del pan, así como la aspereza, el poco volumen, el color oscuro, el olor fuerte a húmedo y el sabor a ácido guardan relación directa con la harina de trigo empleada".
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