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El presentador cubano Ismael Cala afirmó que el sistema político que impera en su país no funciona, y que lo único que hace es empobrecer a la mayoría.
En una entrevista con Infobae, el popular comunicador reveló que su última visita a la Isla fue en 2019, cuando confirmó que el comunismo no funciona porque "anula la sed y el libre albedrío del individuo de crear su propio destino".
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Cala estuvo entonces en Santiago de Cuba, y lo encontró más bonito que en su viaje anterior, en 2016. Pero su pueblo natal, El Caney, estaba peor que nunca.
"Vi decadencia, vi descuido, y eso se reflejaba también en cómo vivía la gente. Ojalá que Cuba despierte. Ojalá que en su momento haya un cambio que favorezca la prosperidad del individuo y no solo la hegemonía de una idea que utópicamente suena lindo, pero que lo único que hace es empobrecer a la mayoría", dijo.
El expresentador de CNN relató que en 998, cuando decidió quedarse en Canadá, tuvo que trabajar de camarero en un restaurante dominicano para subsistir, algo que quebró su ego, pues estaba acostumbrado desde niño a recibir aplausos por su trabajo como locutor en la radio, una popularidad que aumentó a los 15 años, cuando empezó a hacer televisión.
"Cuando sirvo a esa familia cubana una noche en ese restaurante dominicano y una señora que estaba de visita me reconoce, y no podía creer que yo era el mesero que le estaba sirviendo, le dije: 'Señora, llevo tres meses, me estoy ganando dignamente mi vida'. Hasta ese día yo estaba a regañadientes haciendo eso. Y era pésimo, porque mi foco no estaba en servir y hacer que los demás tuviesen un mejor momento. A partir de ahí, lloré mucho y fue como que el ego se sintió apuñalado. Me dije: ”Tengo que hacer esto que me toca con amor, con servicio'", detalló.
Ismael se fue de Cuba a los 28 años, pero siempre quiso irse. Salió en avión rumbo a Canadá, pero ya en 1992 se había anotado en una en una expedición en balsa a la base naval de Guantánamo, con salida desde Santiago de Cuba.
"Salir de Cuba fue un deseo que yo tenía desde la niñez. Y siempre aclaro, porque todo el mundo dice que me fui de Cuba por el régimen y es cierto, pero ya como adulto. Obviamente, tener libertad ideológica y que mi mente no sea controlada por un partido ideológico y por un sistema autocrático tuvo mucho peso. Pero recuerdo querer salir de Cuba y explorar el mundo cuando no sabía de política, cuando tenía ocho, nueve, 10 años, y les enviaba cartas a niños de otros países", precisó.
El periodista contó que aquel viaje a Toronto fue por trabajo y no pensaba quedarse, por eso no se despidió de su familia.
"Yo no conocía a nadie en esa ciudad, no hablaba inglés, y empecé a desandar la avenida donde estaba el pabellón cubano hasta que encontré un restaurante dominicano y ahí cambió mi historia porque el dueño de ese restaurante, el bartender, ellos se convirtieron en padrinos que me ayudaron a instalarme", precisó.
"Para serte honesto totalmente, yo aprendí a hablar inglés por desesperación y necesidad de estar en Toronto sintiendo que era un analfabeto porque todo lo que me hablaban los canadienses para mí era ruido. Entonces, si hubiese llegado a Miami, donde tengo amigos que han vivido años allí y no hablan inglés porque parcialmente no lo necesitan, la historia sería otra", aseguró.
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