Pagador de promesas se reencuentra con su hijo en La Habana a su regreso de El Cobre

El video del reencuentro entre padre e hijo permite a ver el estado de salud del joven, quien lleva puesta una máscara de oxígeno para ayudarlo a respirar.


Este artículo es de hace 2 años

El cubano conocido popularmente en Cuba como "Pagador de promesas" se reencontró con su hijo en La Habana, a su regreso del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba.

Omar Quintero Montes de Oca llegó el sábado a su casa en el municipio capitalino de Marianao, donde su hijo Lázaro, quien padece un cáncer, lo esperaba ansioso.


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El emotivo momento fue captado por el periodista oficialista José Alemán Mesa, de Ciego de Ávila, quien fue narrando parte del recorrido que hizo Omar desde La Habana a Santiago para pedirle a la Virgen un milagro para su hijo enfermo.

"Y se logró. Omar Quintero Montes de Oca cumplió su promesa de La Habana al Santuario de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba y regresó, dos meses después, a casa, con su hijo Lázaro", comentó Alemán Mesa.

El video está acompañado de la canción "Imagen Protectora", del trovador Eduardo Sosa, dedicada a la Virgen de la Caridad.

La grabación permite a ver el estado de salud del joven, quien lleva puesta una máscara de oxígeno para ayudarlo a respirar.

Omar arribó al Santuario del Cobre el pasado lunes 14 de marzo por la tarde, tras una caminata de casi dos meses por las carreteras de la Isla, acompañado de miles de pobladores que estuvieron junto a él hasta la misma entrada de la basílica.

El sacrificado padre entró al templo empujando su emblemático carrito junto a su hijo Lázaro, quien había dicho en febrero que se reuniría con su progenitor en El Cobre para abrazarlo y decirle que es su héroe.

Ambos pudieron cumplir la promesa de Omar de caminar desde su casa de Marianao hasta el Santuario de la Caridad del Cobre, a 848 kilómetros, empujando su carrito de madera, con estampas y ofrendas para la Virgen y flores blancas y amarillas.

La hazaña de este hombre de 56 años, hipertenso y con una hernia discal, conmovió a miles de personas en Cuba, que lo esperaban a la entrada de cada pueblo y ciudad que visitaba para mostrarle su apoyo mediante la entrega de alimentos y dinero, y ofreciéndole donde dormir.

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