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Alina Robert (La Habana, 1986) se metió en la piel de Adria y su personaje crece a medida que avanza la trama de la película El Caballo, una ópera coral y delirante, salpicada de luchadores cubanos, angustiados por llegar a fin de día.
Actriz de raza, con nueve años hizo El camarón encantado, donde interpretó un personaje masculino; Alina evitó el encasillamiento que supuso haber sido elegida "Belleza Latina" (2014) para dar vida a personajes como Patria Mirabal, su próximo reto; Betty en Nueva York (2019) o la propia Adria, de la mano del director Lilo Vilaplana y un elenco de talentosos actores cubanos.
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En 2018, ganó el título de mejor actriz del Small Professional Theatre Broadway World por su papel en la obra En el tiempo de las mariposas, que la ha servido para acometer la historia del crimen de dos hermanas en la República Dominicana del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Conversar con Alina Robert es una fiesta porque habla poco y dice mucho, cuida los detalles, evitando cualquier atisbo de vedettismo y agradece repetidamente que nos ocupemos de la película y su carrera, donde el teatro es pasión.
En la película El Caballo, interpretas a una joven cubana a salvo de las carencias más perentorias por la realización de pequeños negocios irregulares; ¿cómo construiste el personaje, conociste a cubanas como Adria?
Yo, como cubana nacida y criada en la isla, la realidad del mercado negro no me es lejana. Adria es una representación de muchachas que a diario se ven en la isla, de una forma u otra.
Al final, Adria es una sobreviviente que necesita ganar dinero como todo ciudadano para poder vivir. Lastimosamente, en su caso, no es a través de su carrera, si no de incitar a un hombre a que el único mecanismo de entrada económica sea el mercado negro.
En esta película, gracias a la ambientación y la dirección de Lilo Vilaplana se nos hizo a los actores también muy cómodo llegar a la identidad pues la escena estaba dada a vivirla. Fue un logro representar la Cuba de hoy desde la ciudad de Miami.
A priori, tu personaje tenía el reto de convivir con el matrimonio guajiro, que trapichea con mercancías y con Pablito, el vecino torpe y enamorado, pero en las escenas finales y dentro del carro tu rostro consigue viajar de la alegría, a la tristeza, del susto a la ternura, del deseo al terror; ¿cómo lo hiciste?
Con entender el estado de ánimo de mi personaje, los miedos que atraviesa, la incertidumbre de lo que le depara el destino, estar siempre al hilo de la ley, son esenciales para saber que Adria tiene más razones para estar preocupada que feliz.
El matrimonio guajiro es incluso para ella un escape de la tumultuosa ciudad, y en su relación con Pablito, Adria me mostró la consideración y la compasión.
Antes de meterte en la piel de Adria, has trabajado en televisión y fuiste elegida como Belleza latina; ¿cómo consigues huir del encasillamiento de mujer linda con sonrisa iluminadora?
Ese ha sido uno de los mayores retos en mi carrera, insertarme en el medio del entretenimiento a través de los concursos de belleza, fueron un portal y un escenario a la televisión, gracias a eso conseguí trabajar en Sábado Gigante, como presentadora, y siempre voy a tenerlo en mi aval como un logro.
Sin embargo, salir del esquema de los cánones de belleza, que un poco exigen los canales en televisión, me costó algún tiempo para poder probar en el medio que mi interés principal era actuar y que me lograran dar una oportunidad para poder interpretar cualquier personaje no solo emocional sino desde el lado físico.
Tu papel en Las hermanas Mirabal, una tragedia dominicana en tiempos de Trujillo, es un cambio de registro notable en tu trayectoria, ¿cómo llegaste al papel y qué veremos los espectadores en pantalla?
La historia de las hermanas Mirabal es relevante no sólo en Latinoamerica sino en el mundo. Ellas representan con su muerte, cada 25 de noviembre, del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Definitivamente es un cambio de registro y me enorgullece poder representarlas, ya conocía la historia pues la había hecho en el teatro a través de la obra En el tiempo de las mariposas, y para mí profundizar en cada personaje me llevó a sentirme muy segura con este último, como Patria Mirabal.
Llegué a este papel desde un casting, donde buscaban a actores y actrices que representarían a cada personaje de la historia de las hermanas Mirabal y la vida del universo Trujillo, y tuve la suerte de que me escogieran para interpretar a Patria.
Tu versatilidad, te ha llevado también al teatro, consiguiendo el reconocimiento del público. ¿Qué personaje te gustaría encarnar y cuál es tu medio de expresión favorito?
Me encanta el teatro, es sin duda, mi medio favorito, cuando estoy en el escenario es otra dimensión, y respeto muchísimo el espacio. Agradezco siempre al público. No hay como sentir al público en vivo. Sin embargo, el cine es precisión y técnica y -a la vez- el más sensible y transparente que existe de los medios.
No podría escoger. Siempre sería por el personaje. Que sea profundo sensible y que haga al espectador entender y sentir.
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