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SANTIAGO (Reuters) - El izquierdista Gabriel Boric se convirtió este domingo en el presidente electo de Chile tras imponerse en el balotaje por diez puntos de diferencia al ultraconservador derechista José Antonio Kast, en una jornada marcada por una participación histórica.
Con más del 99% de las mesas de votación escrutadas a poco más de dos horas del cierre de los locales de votación, Boric ganó con 55,87% de los votos sobre el 44,13% de Kast, según reportó la autoridad electoral en su sitio web que contabilizó 8,35 millones de sufragios, de los 15 millones de ciudadanos habilitados.
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En Chile el voto es voluntario desde 2012. En octubre del año pasado la participación en el plebiscito para escribir una nueva Constitución había sido la más alta desde ese año.
Arropado por una multitud de partidarios en un acto en el centro de Santiago, el exdirigente estudiantil que en la primera vuelta quedó segundo después de Kast dijo que "esta campaña desbordó todas nuestras expectativas".
"Este mismo compromiso y entusiasmo será necesario durante todos los años de nuestro gobierno, para que todos y todas podamos sostener el proceso de cambios que hemos empezado a recorrer paso a paso", añadió Boric, que asumirá en marzo del 2022 un mes después de cumplir los 36 años de edad y se convertirá en el presidente más joven en dos siglos.
Con una campaña basada en empujar transformaciones sociales y demandas planteadas en el estallido social que sacudió al país desde fines de 2019, sobre todo en relación a las pensiones, Boric en su discurso que "un crecimiento económico que se asienta en la desigualdad profunda tiene pies de barro".
Se comprometió, sin embargo, a ampliar derechos sociales con responsabilidad fiscal, un asunto que ha preocupado al mercado y analistas. Boric asumirá el gobierno en momentos que Chile comienza a recuperarse de los efectos de la pandemia de coronavirus, con una economía que ha recobrado dinamismo pero que al mismo tiempo enfrenta fuertes presiones inflacionarias.
La crucial industria minera de Chile felicitó a Boric por su triunfo y llamó a que prevalezca la moderación y el diálogo para mantener el aporte del vital sector al país, el mayor productor mundial de cobre.
Pero en su discurso, el presidente electo dijo que se opondría al proyecto de hierro y cobre Dominga en el norte del país, objeto de una polémica por su instalación en una zona de valor medioambiental.
"Destruir el mundo es destruirnos a nosotros mismos. No queremos más zonas de sacrificio, no queremos proyectos que destruyan nuestro país, que destruyan a las comunidades y lo ejemplificamos en un caso que ha sido simbólico: No a Dominga", declaró.
Chile, ejemplo de Democracia
Más temprano, en una tradición de los procesos electorales en Chile, el presidente en ejercicio Sebastián Piñera llamó al presidente electo para felicitarlo por su victoria.
"Quiero felicitarlo por su triunfo y desearle el mayor de los éxitos en su gobierno", dijo Piñera, que destacó la alta participación ciudadana. "La democracia cumplió y los chilenos han dado un nuevo ejemplo de democracia y usted fue parte de eso", añadió.
El presidente electo recibió el respaldo de mandatarios regionales como el argentino Alberto Fernández, el venezolano Nicolás Maduro, el boliviano Luis Alberto Arce, el peruano Pedro Castillo y el cubano Miguel Díaz-Canel.
En un ambiente festivo y ensordecedor, miles de partidarios de Boric se agolparon a las calles con cánticos o haciendo sonar las bocinas de sus vehículos.
"Tengo una hija que es homosexual. Creo que Chile ya vivió una dictadura y no podíamos volver a vivirla otra vez. Mi suegro fue perseguido, exiliado, entonces no podíamos dejar que un candidato como José Antonio Kast llegara al poder. Por eso digo que lo logramos", dijo a Reuters Paola Fernández, de 39 años, una de las miles de personas que celebraba el triunfo del candidato de izquierda.
Kast, de 55 años, había advertido más temprano que esperaba una votación estrecha y que el ganador debería tener al menos 50.000 votos de diferencia para garantizar la transparencia del proceso. El aspirante de la derecha dura reconoció su derrota rápidamente con los primeros conteos.
"Acabo de hablar con @gabrielboric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el Presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero", dijo en su cuenta de Twitter, y luego acudió personalmente a felicitarlo.
Desde la primera vuelta del 21 de noviembre ambos candidatos habían morigerado posiciones tratando de tender puentes hacia el centro, con guiños a los miles de electores que en la primera instancia votaron por otros candidatos como el derechista moderado Sebastián Sichel, la democratacristiana Yasna Provoste o el economista liberal Franco Parisi, entre otros.
Expertos habían criticado que los dos candidatos eran poco realistas en sus programas iniciales, con propuestas difíciles de concretar. Boric llamaba a terminar con el neoliberalismo y elevar la recaudación tributaria; Kast, firme defensor del libre mercado, planteaba una fuerte reducción del tamaño del Estado y reducir impuestos.
Pero uno de los temas que dio tranquilidad a los mercados tras la primera vuelta fue la división casi balanceada del Congreso entre las fuerzas de izquierda y derecha. Esto asegura que, independientemente de quién gane, no se podrán impulsar propuestas demasiado radicales.
"¿A quiénes le dará carteras? ¿Quién será su ministro de Hacienda?", plantea Miguel Ángel López, profesor del Instituto de Asuntos Públicos y el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
"Él tiene que hacer ahora un discurso fuerte donde trate de terminar con la incertidumbre, y todo eso va a depender de sus nombramientos y sus decisiones. A esto estarán muy atentos los inversores internacionales", añadió.
(Reporte de Natalia Ramos y Fabián Cambero, con reporte adicional de Anthony Esposito)
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