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Daymis de Céspedes Sánchez, hija del activista cubano por los derechos humanos Bárbaro de Céspedes, calificó de circo el juicio que se le hizo a su padre, acusado de desobediencia e instigación a delinquir.
Bárbaro fue juzgado el lunes en Camagüey y según el relato de su hija en su muro de Facebook, su traslado al tribunal fue con un gran despliegue policial similar a los que se ven en las películas: "agentes por doquier, boinas rojas; en fin, llevaban a Pablo Escobar al corredor de la muerte".
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Según Daymis, para la imputación por desobediencia la Fiscalía no contó con testigos ni una coartada sólida.
"Ni siquiera con tanto tiempo que tuvieron pudieron planear dos versiones iguales. En fin, un circo montado con pésimos artistas. Resultado, le piden un año y medio por haber defendido a un ciudadano cubano que se ganaba la vida vendiendo viandas a un precio menor del que el Estado lo vendía, cuando tenía, y al que la policía le quería decomisar su mercancía y ponerle una multa", detalló.
Lo más doloroso de esa acusación no es que ese mismo muchacho, tal vez por miedo o influenciado, no se presentó en el juicio, pero antes declaró que efectivamente Bárbaro desobedeció al policía cuando esté le pidió su carnet y el se negó.
"Aun con testigos de que lo que pasó fue injusto con el acusado y el tribunal presenciar que las versiones de los dos policías no coincidían en nada, le piden privación de libertad", cuestionó la joven.
Por el segundo delito, el de instigación a delinquir, la acusación le pide a Bárbaro nueve meses porque según la Seguridad del Estado, durante las masivas manifestaciones del 11 de julio él hizo una directa incitando al pueblo a salir a las calles, dos horas después de comenzar las protestas en la ciudad.
"En ninguno de los juicios celebrados en Cuba por el 11 de julio ningún acusado ha dicho que salió a la calle motivado por la directa de mi padre. Pero además, como bien se defendió él y la abogada que lo representa (que quiero aquí ante todo el mundo que pueda leer esto divulgar que estoy súper agradecida con ella, porque supo defender con basto conocimiento y dominio de su trabajo la verdad (...), mi padre hizo un llamado a gritar por su libertad, no a tirar piedras ni a realizar vandalismo, y eso no es un delito según Rubén Remigio el presidente del Tribunal Supremo, porque tenemos derecho a manifestarnos", cuestionó la joven.
Daymis de Céspedes anunció que si el tribunal falla en contra de su padre, apelarán la sentencia.
"Mi padre es un anticomunista como lo era Martí y es una persona estudiada, no es ningún delincuente, no ha robado, no ha matado a nadie. Solamente es un cubano más que piensa diferente y que quiere el bienestar para su país y creo que tanto él como los demás presos políticos merecen respeto, porque el solo hecho de no seguir un patrón no te puede privar de tu libertad...", afirmó.
Bárbaro de Céspedes, conocido como El Patriota de Camagüey, tiene aún un juicio pendiente por el delito de atentado.
"Yo conozco a mi padre y creo en él y sé que es inocente de todo lo que lo acusan, y tengo fe en que será defendido como hasta ahora, y que logrará salir de esas rejas y el próximo abrazo que le demos yo y su nieta no será con esposas en las manos", concluyó su hija.
En octubre pasado la Fiscalía de Camagüey solicitó una sanción de un año y seis meses de privación de libertad a Bárbaro de Céspedes Hernández por el presunto delito de instigación a delinquir, tras su participación en las protestas del 11J.
El órgano alegó que el activista "se relaciona con personas de desajustada conducta, no participa en las actividades programadas por los Comité de Defensa de la Revolución y carece de antecedentes penales".
El 11 de julio, poco después de que trascendiera la noticia de que residentes de San Antonio de los Baños estaban pidiendo libertad, De Céspedes transmitió un mensaje en sus redes en el que anunciaba que había llegado el momento de salir a la calle.
"Este pueblo no resiste más. Este es el momento. Vamos a ponerle fin a esta dictadura sanguinaria que nos está matando", dijo en su cuenta de Facebook con lágrimas en los ojos.
Poco después fue arrestado y permaneció 40 días tras las rejas, en la prisión de Cerámica Roja, hasta su excarcelación en agosto con un cambio de medida cautelar.
El video de su alocución ha sido usado en su contra por el régimen cubano para encausarlo penalmente.
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