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Activista cubana Thais Mailén Franco es diagnosticada con Trastorno de Estrés Postraumático

Durante el presente año, la joven madre de 34 años ha estado sometida a una fuerte represión por parte de las autoridades y la Seguridad del Estado.

Thais Mailén Franco © Facebook / Thais FreedomForever
Thais Mailén Franco Foto © Facebook / Thais FreedomForever

Este artículo es de hace 2 años

La activista cubana Thais Mailén Franco, quien ha estado sometida a una fuerte represión en los últimos meses por parte de la Seguridad del Estado, ha sido diagnosticada con trastorno de estrés postraumático (TEPT) por una especialista de un centro de salud mental habanero.

"Estrés postraumático... Ese es el diagnóstico de la activista Thais Mailén, madre de tres pequeños, y expresa política... La presión y el hostigamiento constante son las estrategias para quebrar a los activistas... ¡Eso también es tortura!", denunció este miércoles en su cuenta en Twitter el activista cubano Magdiel Jorge Castro, quien compartió una copia del certificado médico que le entregaron a Franco, luego de una evaluación en el Centro Comunitario de Salud Mental del municipio Playa.

El 29 de noviembre, dos días antes de acudir a la consulta, Franco, de 34 años de edad, publicó un mensaje en su perfil de Facebook para solicitar ayuda psicológica. "Necesito un psicólogo o terapia. ¡Urgente! Si alguno de mis amigos conoce alguno que me contacte al privado", dijo la joven, y en pocas horas ya había recibido información para atenderse.

De acuerdo con MedlinePlus, un portal desarrollado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el TEPT "es una afección de salud mental que algunas personas desarrollan tras experimentar o ver algún evento traumático", que pudo poner en peligro la vida de la persona, como una guerra, un desastre natural, un accidente automovilístico o una agresión sexual. "Pero a veces el evento no es necesariamente peligroso. Por ejemplo, la muerte repentina e inesperada de un ser querido también puede causar TEPT", especifica el sitio.

El TEPT se puede desarrollar a cualquier edad, aunque hay factores de riesgo que juegan un rol decisivo. Por ejemplo, las mujeres tienen mayores probabilidades de padecerlo que los hombres. También haber tenido traumas en la infancia, pasar por un evento traumático que dura mucho tiempo, contar con poco o ningún apoyo social después del evento, tener antecedentes de enfermedades mentales o uso de sustancias o sufrir estrés adicional después del evento, como dolor y lesiones y la pérdida de un ser querido, el trabajo o el hogar, son circunstancias que conspiran a favor de este trastorno.

Medline Plus precisa que, aunque no todas las personas afectadas por TEPT presentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad, por lo general, los síntomas son la reviviscencia (que implican revivir el evento traumático y sentir los mismos miedos), pesadillas, pensamientos aterradores, evasión de lugares, personas y situaciones que se asocian con el evento traumático, hipervigilancia, reactividad, insomnio, arrebatos de ira, pérdida de memoria y de concentración, desmotivación, entre otros. Y pueden desencadenarse poco después del acontecimiento traumático o tardar meses o años.

En el caso de Thais Mailén Franco, aunque no ha precisado directamente cuáles son sus síntomas ni a qué los asocia, las personas que le siguen y sus amigos han presentado la represión a la que ha estado sometida por agentes de la Seguridad del Estado como la razón principal. Desde que la activista fue encarcelada el pasado 30 de abril, por participar en la manifestación de Obispo, en solidaridad con Luis Manuel Otero, ha debido enfrentar múltiples situaciones de violencia.

A mediados de septiembre Franco fue excarcelada, tras casi cinco meses en privación de libertad, pero el acoso y las amenazas por parte de las autoridades, por su activismo en favor de los derechos humanos, no han cesado en ningún momento. El 23 de noviembre pasado denunció que fue sometida a un interrogatorio en una estación policial, durante el cual la amenazaron con encarcelarla de nuevo y separarla de sus hijos, si no renunciaba a cuestionar el régimen en redes sociales y a convocar a manifestaciones.

"A mí no me van a callar, me van a tener que cortar la lengua y los dedos. No me van a callar. (...) Yo no he hecho nada malo. Yo lo único que he hecho es alzar la voz, pedir libertad. Yo no quiero vivir donde hay comunismo, yo no quiero vivir donde hay dictadura", aseguró entonces en una transmisión en vivo por Facebook.

Ahora, ante este diagnóstico de TEPT, la especialista le recetó sertralina (antidepresivo) y clonazepam (que es sedante y ansiolítico) por un período de seis meses, que ha debido pedir por redes sociales mediante amigos. No obstante, no precisó si, aparte del tratamiento farmacológico, recibirá terapia psicológica.

Recientemente, el joven animalista Javier Larrea también reveló en redes sociales que su salud mental se ha deteriorado debido al acoso que ha sufrido por su activismo. Por ello se vio obligado a renunciar a la presidencia de Bienestar Animal Cuba (BAC). “No es teatro. No es emocionalismo, no es show, no es miedo... es mi salud mental y mi paz espiritual y la de mi familia. Es mi seguridad y la de la gente que quiero. Es poder vivir un momento de paz”, sostuvo.

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