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WASHINGTON (Reuters) - La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos, el FBI, dijo este miércoles que el asunto de los "incidentes sanitarios anómalos" -conocidos como "síndrome de La Habana"- es una prioridad absoluta y que seguirá investigando su causa y la forma de proteger al personal.
Se cree que unos 200 diplomáticos, funcionarios y familiares estadounidenses en el extranjero han sufrido esta misteriosa dolencia, cuyos síntomas incluyen migrañas, náuseas, fallos de memoria y mareos. La situación se informó por primera vez en la capital cubana en 2016.
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"El tema de los incidentes de salud anómalos es una prioridad absoluta para el FBI, ya que la protección, la salud y el bienestar de nuestros empleados y colegas de todo el Gobierno federal es primordial", dijo el FBI en un comunicado.
Los afectados y legisladores han criticado a las agencias estadounidenses, diciendo que no se han tomado la enfermedad lo suficientemente en serio. Funcionarios en Washington dijeron que el FBI históricamente ha sido escéptico sobre la existencia del síndrome de La Habana.
"El FBI se toma en serio a todo el personal del Gobierno estadounidense que informa de los síntomas", dijo el comunicado, que añadió que había enviado mensajes a su personal sobre cómo responder e informar si experimentan un incidente, y dónde pueden recibir tratamiento médico.
El abogado Mark Zaid, que representa a las víctimas del síndrome de La Habana, dijo que históricamente el FBI había "sido menos que útil, en particular al afirmar que las víctimas sufren síntomas psicosomáticos aunque nunca hayan entrevistado a los individuos".
Para dirigir un grupo de trabajo de la agencia sobre el síndrome de La Habana, el director de la CIA, William Burns, eligió recientemente a un espía encubierto de carrera que participó en la búsqueda que condujo al asesinato del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.
(Reporte de Mark Hosenball. Editado en español por Javier López de Lérida)
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