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El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) emitió una declaración que resumió lo acontecido en las últimas jornadas a raíz de la convocatoria a la Marcha Cívica por el Cambio y la respuesta del régimen, recordando a los represores la invalidez jurídica del eximente de “obediencia debida” invocado en otros procesos de transición a la democracia.
“Entre los días 13, 14 y 15 de noviembre se dio una movilización sin precedentes de la nación cubana, tanto en la isla como el exilio, a favor de la democracia, la paz, y la libertad de los presos políticos”, reflejó el CTDC en el documento titulado “Declaración 15N ¿La obediencia debida?”, en el que afirmó que observó atentamente los sucesos acaecidos durante esos días.
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El Consejo, cuya creación se dio a conocer a mediados de junio, se adhirió a la iniciativa de la Marcha promovida por la plataforma de la sociedad civil Archipiélago, poniendo a disposición de la misma sus diferentes estructuras. En ese sentido, y ante las maniobras de judicialización de la protesta y las amenazas del régimen cubano de imponer altísimas penas de cárcel, el CTDC propuso la creación de una Constituyente Ciudadana sobre la base de la supremacía de los derechos humanos.
“Ante la movilización pacífica y por la paz, de la sociedad civil, la tiranía comunista respondió con la movilización de sus bandas paramilitares, la policía nacional, sus cuerpos especializados, además de tropas del ejército”, indicó el Consejo en el comunicado emitido este martes y firmado por el vicepresidente del CTDC, Manuel Cuesta Morúa, la vicepresidenta primera, Marthadela Tamayo González, y la responsable de la secretaría de Relaciones Internacionales, Elena Larrinaga de Luis.
El secuestro de civiles, las detenciones y retenciones arbitrarias, las violaciones de los derechos a la libre expresión e información, así como de movimiento, fueron denunciadas por el Consejo como una batida “que se completó con ralentización de las telecomunicaciones y ocupación de medios de trabajo de periodistas y ciudadanos que informaban sobre la situación”.
Como ejemplos de este frenesí represor desplegado por el régimen cubano en esos tres días, el CTDC citó los casos de los jóvenes moderadores de Archipiélago Yunior García, Daniela Rojo, Zaira González Pardo y Sayli González, entre otros.
También denunció que, entre otros muchos ciudadanos de filiación prodemocrática represaliados, se encuentran los miembros del CTDC José Daniel Ferrer (su presidente), Marthadela Tamayo, Manuel Cuesta, Zuleydis Pérez, Juan Alberto de la Nuez y más de 13 periodistas, entre los que destacan Jorge Enrique Rodríguez, Niuber García Fournier y Jorge Amado.
La respuesta dada por el exilio cubano en más de 100 ciudades del mundo, según notó “con satisfacción” el CTDC, es un indicador de la “unidad dentro de la diversidad” que empieza a fraguarse en la sociedad civil cubana, incluyendo exiliados y emigrantes que se levantaron “al unísono por reclamar sus derechos y los de sus compatriotas en la isla, dándose una prueba inigualable entre los cubanos de la isla y la diáspora”.
Agradeciendo a gobiernos, personalidades y entidades solidarias con la causa de la democracia en Cuba, el CTDC declaró que “mantiene y fortalece su compromiso para la búsqueda de una salida pacífica a la crisis en que está sumida la patria”.
No obstante, ante las evidencias del recrudecimiento de la represión, el Consejo aprovechó para recordar “a soldados, policías, miembros del Partido Comunista y paramilitares, violadores de los Derechos Humanos, que no existe la ‘Obediencia Debida’ y que hay tiempo aún para apoyar al proceso de democratización de nuestra patria. De construir una Cuba, con todos y para el bien de todos”.
La “obediencia debida” es una situación social en la cual una persona o un grupo de personas tienen la obligación jurídica de obedecer a otra persona. Típicamente existe en la cadena de mandos de la jerarquía militar y en general en aquellas organizaciones de tipo jerárquico. Su uso como eximente de responsabilidad penal en procesos que investigan crímenes de lesa humanidad está descartado en las interpretaciones más avanzadas del Derecho.
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