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El biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola relató este martes cómo conoció al médico Carlos Leonardo Vázquez González, cuya identidad como agente de la Seguridad del Estado fue revelada este lunes en los medios oficialistas cubanos, como parte de su campaña de difamación contra el dramaturgo Yunior García Aguilera.
El conocido como “agente Fernando”, con 25 años de labor como informante del órgano represor por excelencia del régimen cubano, se le acercó en 2016 a Ruiz Urquiola durante una exposición de arte que se celebraba en la casa de su amigo, el bioquímico y también activista, Oscar Casanella.
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A raíz del desabastecimiento en farmacias de un medicamento para el tratamiento contra el cáncer, Casanella tuvo la iniciativa de presentarle a Vázquez González, médico del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR). Según contó Ruiz Urquiola, el “agente Fernando” intentó aplacar su rabia y desesperación por la falta de este medicamento, vital para el tratamiento de su hermana, la profesora y activista Omara Ruiz Urquiola.
En aquel momento, Vázquez González intentó convencerle de que el medicamento iba a llegar, que había ocurrido una falla en los pedidos, pero que finalmente llegaría el anticuerpo monoclonal que necesitaba su hermana. Ante semejante justificación, Ruiz Urquiola puso al corriente al médico sobre cómo funcionaba el sistema de pedidos y compra del medicamento, demostrando un conocimiento que el propio médico no tenía.
La reacción del médico ante la informada respuesta del biólogo, fue la de evadir el tema de conversación. En su directa, Ruiz Urquiola dice que al instante se dio cuenta, "por la mirada opaca y vacía", y por las intenciones demostradas en la conversación, de que estaba frente a un agente de la Seguridad del Estado.
Días más tarde, y ante el agravamiento de la salud de su hermana por la falta del medicamento, Ruiz Urquiola se declaró en huelga de hambre y sed frente al departamento de quimioterapia ambulatoria del INOR. Su hermana llevaba dos meses sin el medicamento y empezaba a mostrar lesiones cutáneas y demás señales de avance de la enfermedad.
Esa fue la segunda ocasión en que volvió a ver al “agente Fernando”, quien intentó persuadirlo de que abandonara la huelga, que así no iba a conseguir nada, salvo empeorar su salud y la de su hermana. Ruiz Urquiola confirmó entonces sus sospechas y se mantuvo firme en su huelga y su demanda. Como resultado de su llamativa protesta, a los 4 días y medio ya les ponían el medicamento a su hermana y a las otras mujeres que lo necesitaban.
Una vez contada la anécdota, ilustrativa de cómo la Seguridad del Estado “trabaja” con los activistas y opositores en múltiples flancos, el biólogo denunció el uso que hace el régimen cubano de estos presuntos doctores que, en realidad, no son más que represores con bata blanca y un título de medicina.
Dirigiéndose al pueblo de Cuba, pidió que no se dejaran confundir por materiales como el audiovisual preparado por la Seguridad del Estado, realizado con ese propósito para amedrentar y desmovilizar a los cubanos que quieren participar en la Marcha Cívica por el Cambio del 15N, convocada por Archipiélago y otras plataformas de la sociedad civil.
El ministerio de Salud Pública, según Ruiz Urquiola, es un instrumento más de la represión ejercida por los militares, “al que sirven esos médicos de la Seguridad del Estado para doblegar a los que disienten”. Como ejemplo de esta aberrante práctica, aludió a su contagio de VIH, provocado mediante una inyección de glucosa que le pusieron estos “represores de bata blanca”.
Para Ruiz Urquiola, es vital el llamamiento de Archipiélago y animó a perder el miedo y salir a las calles el 15N, o cualquier otro día que los cubanos sientan que resulta insoportable la miseria y la opresión en la que viven.
Por último, avisó que existen mecanismos legales de acceso a los tribunales internacionales que podrán juzgar crímenes de esta naturaleza, con los que el régimen pretende silenciar las voces de los críticos y disidentes. “El agente Fernando, pagará por los crímenes”, concluyó.
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