El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel calificó la Marcha Cívica por el Cambio, prevista para el próximo 15 de noviembre, como un acto de subordinación a los intereses de Estados Unidos.
En su intervención en la clausura del segundo pleno del Comité Central del Partido, Díaz-Canel aseguró que el gobierno norteamericano es el que promueve este tipo de acciones para intentar desestabilizar el sistema político cubano y restaurar el capitalismo en el país.
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"Ahora se aparecen con una supuesta marcha pacífica. No es más que una escalada en el modo de actuar contra la revolución y un desafío a las autoridades y al estado de derecho socialista, refrendado en nuestra Constitución; es un plan orquestado desde el exterior", afirmó.
El mandatario citó el artículo 56 de la Constitución de 2019, que establece el derecho a manifestarse, pero mencionó también el artículo 4, el cual plantea el carácter irrevocable del socialismo en Cuba.
"No es lícito, por lo tanto, el llamado a la marcha", dijo Díaz-Canel, que se refirió a ella como "una provocación".
El dirigente señaló que el objetivo de los organizadores de la manifestación es promover un cambio político como parte de una estrategia de "golpe suave", y ratificó su decisión de no autorizar la protesta pacífica.
"No vamos a legitimar el accionar imperialista en la política interna ni dar cauce a los deseos de restauración neocolonial que han acumulado algunos (...). No es un acto de civismo, es un acto de subordinación a la hegemonía yanqui. Tales acciones pretenden regresar al país a un tiempo histórico de subyugación, al cual nunca regresaremos", sentenció.
Díaz Canel recordó la advertencia del gobierno de Estados Unidos de que impondrá nuevas sanciones a Cuba si se cometen acciones represivas contra los asistentes a la marcha.
Días atrás, el líder socialista calificó el anuncio de un alto funcionario de la Casa Blanca como de "amenaza", y criticó la "soberbia, prepotencia y frustración la del imperio".
La plataforma ciudadana Archipiélago, principal gestora de la manifestación pacífica del 15N, ha reiterado que está contra la violencia y aboga por la solución de las diferencias a través de vías democráticas.
"Los miembros de Archipiélago hemos decidido marchar, solo nos quedan nuestros cuerpos, el poder quiere cortar nuestras ganas de hacer camino a la democracia. Reafirmamos que la Marcha Cívica por el Cambio es propiedad intransferible del pueblo cubano", aseguraron en un comunicado.
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