Estados Unidos apoya el derecho de manifestación del pueblo cubano y condena la denegación por parte del régimen cubano del permiso solicitado por la sociedad civil para realizar el 15N la Marcha Cívica por el Cambio.
“Estados Unidos condena enérgicamente la decisión del régimen cubano de denegar el permiso para que se lleven a cabo protestas pacíficas el 15 de noviembre”, expresó este sábado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.
La negativa de las autoridades al reclamo de la sociedad civil para ejercer un derecho universalmente reconocido y contemplado en la propia Constitución cubana, constituye una prueba más del desprecio del régimen cubano hacia las libertades cívicas y políticas y los derechos de sus gobernados.
“Al negarse a permitir estas manifestaciones, el régimen cubano demuestra claramente que no está dispuesto a honrar o defender los derechos humanos y las libertades fundamentales de los cubanos”, indicó el alto funcionario de la administración Biden.
En su respuesta a la solicitud firmada por varios activistas cubanos, las autoridades cubanas adujeron que no reconocían “reconoce legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha”, y relacionaron a algunos de los promotores "con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense", que tienen "la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba".
Para el poder totalitario de la isla, los convocantes del 15N son traidores a la patria, enemigos de Cuba y personeros de poderes extranjeros. Apelando al artículo 4 de la Constitución, el régimen excluye y proscribe todo pensamiento, expresión y capacidad de acción de la sociedad civil que no comulgue con el sacrosanto e irrevocable carácter socialista de la llamada revolución cubana, anulando la voluntad política de buena parte de los ciudadanos cubanos y criminalizando su rol en la construcción del futuro de la nación.
Estados Unidos, nación vecina vinculada a la historia de Cuba desde sus orígenes como Estado independiente, observa con preocupación el aumento de la represión como única respuesta del régimen totalitario cubano al desafío que supone la irrupción de la ciudadanía en la política, en la búsqueda del bien común y en la pugna por más derechos y libertades. Un accionar cívico y pacífico hacia el empoderamiento de los ciudadanos al que el régimen ha respondido con la militarización del espacio público y el llamado al enfrentamiento civil.
“La negación del régimen cubano se produce después de anunciar su intención de colocar tropas en las calles cubanas del 18 al 20 de noviembre para intimidar a los cubanos y sofocar las protestas pacíficas a nivel nacional previamente programadas. Estos últimos movimientos se suman a la respuesta represiva a las protestas del 11 de julio que presenciaron personas en Cuba y en todo el mundo”, manifestó el portavoz del Departamento de Estado.
Estados Unidos se ha pronunciado en numerosas ocasiones sobre la violencia desatada tras las protestas del 11J, así como en contra de la represión contra manifestantes pacíficos y el acoso y violaciones de los derechos de activistas, opositores, artistas, periodistas independientes y sociedad civil en general.
“Estados Unidos sigue profundamente comprometido con el pueblo cubano, su derecho a reunirse pacíficamente y expresarse, y su lucha por elegir libremente su liderazgo y su futuro”, concluyó asegurando el comunicado del Departamento de Estado.
Este viernes, el gobierno estadounidense condenó las "duras sentencias por cargos falsos" que el régimen cubano aplica contra los manifestantes del 11J y las calificó como un mecanismo para intimidar a los cubanos.
"Después de condenar a muchos manifestantes del #11DeJulio a meses de detención y multas, los fiscales de #Cuba han pedido 15 y 11 años para Félix y Saily Navarro. Estas duras sentencias por cargos falsos se hacen claramente para intimidar a los cubanos. #PresosPorQué?", posteó la sede diplomática estadounidense en La Habana en solidaridad con los presos políticos del régimen que enfrentan peticiones injustas de condena por ejercer su derecho a manifestarse.
Ante la negativa del régimen, la plataforma ciudadana Archipiélago mostró su determinación de realizar la marcha pacífica el 15N. En una publicación de Facebook la plataforma manifestó este martes que “la respuesta del régimen demuestra una vez más que no existe en Cuba el Estado de Derecho, que no están dispuestos a respetar ni siquiera su propia constitución y que violan los Derechos Humanos de los cubanos”
“El 15 de noviembre nuestra decisión personal será marchar cívica y pacíficamente por nuestros derechos. Frente al autoritarismo responderemos con civismo y más civismo”, indicó una declaración de los organizadores.
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