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Un cubano denunció el pésimo servicio gastronómico que ofrece el restaurante El Cochinito de La Habana tras abrir sus puertas al público este fin de semana, después de varios meses cerrado por la crisis del coronavirus.
"Hoy sábado 25 de septiembre de 2021, a las 12 del día, he asistido al mayor desastre culinario de mi vida. Nunca había visto tan poco profesionalismo y poco conocimiento de los elementos mínimos esenciales de la gastronomía. Esto fue en el primer turno del Restaurante "El Cochinito"", dijo el cubano Rodolfo Rodríguez en Facebook.
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El restaurante otrora estuvo especializado en Comida Cubana, y dentro de esta temática, en la elaboración de la carne de cerdo. Sin embargo, poco queda ya de aquellos tiempos en que se almorzaba bien en "El Cochinito", ubicado en el barrio de El Vedado.
"Por primera vez en mi vida tengo que decirle a un camarero `me cambias la comida, porque esta no la voy a pagar´" contó Rodríguez en su denuncia. La publicación la acompañó de una imagen que muestra un plato servido con un pedazo de carne de cerdo que tiene una gruesa porción de grasa y pelos del animal.
Asegura que en su ración de cerdo asado lo que pusieron fue "6 o 7 tiras de aproximadamente 4 cm del borde del pellejo y la grasa que usualmente uno le quita a un bistec de cerdo y no se lo come". Indicó que esta oferta gastronómica es un "engaño al consumidor".
Rodríguez narró de su experiencia reciente que la calidad del servicio era pésima en todos los sentidos. La demora en atender a los clientes implicó que algunos incluso abandonaran el local sin comer. La demora en tomar los pedidos fue de más de una hora.
"Aproximadamente alrededor de la 1:30 pm (una hora después de haberse tomado los pedidos) increíblemente paso la camarera a tomarlos nuevamente porque según ella `se habían mezclado en la cocina y no se sabía cuál era el de cada uno´", contó el cubano.
Por si fuera poco los comensales fueron testigos de "algún problema o discusión en la cocina". Rodríguez asegura que "los gritos se escuchaban en todo el salón". La comida fue servida simultáneamente a todas las mesas (7) a las 2:10 pm, con pésima calidad y fría.
"En mi caso, me apuntaron un producto (ensalada) que nunca me trajeron, por lo que el importe no se correspondía con lo realmente consumido", comentó Rodríguez y se preguntó cómo será el servicio en ese local del Estado dentro de un mes.
En los comentarios a la denuncia de Rodríguez otros cubanos señalaron que los problemas del conocido restaurante no son recientes, sino de hace años. Una persona indicó que su peor recuerdo gastronómico lo tuvo en "El Cochinito" un día en que, acabado de abrir el restaurante, al tomar sus cubiertos descubrió que el tenedor tenía restos de arroz.
Otra persona se cuestionó hasta cuándo el Estado cubano piensa seguir administrando restaurantes, en lugar de ocuparse de los problemas de la población y generar políticas que propicien el desarrollo del país.
"Estos restaurantes del Estado están hechos para llenar los bolsillos de dinero a sus directivos, robándole al pueblo. Siempre ha sido así, por eso todos, todos deben pasar a ser administrados por particulares. El Estado que administre las grandes cosas, el resto debe pasar al sector privado para que entre en competencia, la misma hace el desarrollo", comentó el usuario.
La pasada semana el gobierno de La Habana informó el listado de 533 unidades gastronómicas que han vuelto a ofrecer servicios tras la decisión de reabrir paulatinamente los establecimientos de la ciudad desde el viernes 24 de septiembre.
Entre los locales hay pizzerías y restaurantes tanto del sector estatal, de empresas como Palmares, Egrem, Artex, Cimex y la Oficina del Historiador de La Habana, así como del sector privado. Sin embargo, solo estarán abiertos hasta las 9:30 pm, para cumplir con el horario nocturno establecido en las restricciones a la circulación de personas en la crisis del coronavirus.
Los clientes interesados en comer en un restaurante estatal en La Habana tienen que hacer su reserva por vía telefónica con un día de antelación, en el horario de 10:00 am a 5:00 pm. Luego tienen que pagar a un alto precio los alimentos que consuman y lidiar con malos tratos en el servicio. Muchas veces la experiencia de comer fuera de casa se convierte en un pésimo recuerdo.
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