El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel reconoció que su gobierno debe solucionar con urgencia la pobreza que viven diferentes sectores vulnerables de la sociedad, aunque desconocen las cifras oficiales de personas que enfrentan problemas económicos y materiales.
Durante una reunión virtual con gobernadores e intendentes del país, el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba, manifestó el interés de su ejecutivo en atender a todas las familias y personas afectadas por la carencia de recursos económicos y que viven en una marcada brecha de desigualdad.
En el intercambio con los representantes gubernamentales de las provincias y municipios cubanos, la máxima autoridad política del país dejó en evidencia la ausencia de datos oficiales que reflejen cuántas personas viven en condiciones de pobreza o carecen de recursos para satisfacer sus necesidades más básicas.
"Es muy importante tener, en la mayor brevedad y profundidad posible, un retrato de los problemas por cuenta de los cuales, en Cuba, hay personas en desventaja y que necesitan ayuda", reseñó la prensa oficial al citar a Díaz-Canel.
Se orientó controlar los recursos financieros que se destinan al apoyo de las personas con mayores vulnerabilidades y ayudar a aquellos que más lo necesitan, así como dirigir el trabajo social a sectores de la población, como mujeres de familias disfuncionales o víctimas de la violencia, madres solteras, madres jóvenes, mujeres que puedan estar desvinculadas del estudio o del trabajo, o que tengan alguna desventaja social por las condiciones en que viven.
"Hay una cantidad de desventajas sociales que nos provocan desigualdades en la sociedad, que tenemos, de inmediato, que enfrentar y atender; y yo creo que la vía fundamental es, además de comprender el problema, la del trabajo social", dijo el dignatario comunista.
Durante el encuentro se mencionó la figura del Trabajador Social, que tuvo un papel indispensable dentro de las políticas que impulsó el régimen a inicios de los años 2000 y que Raúl Castro casi extinguió durante su mandato por el coste económico que representaban.
Aunque la prensa oficial no dijo que se retomaran los proyectos de Trabajadores Sociales de antaño con el fin de atender los problemas que genera la pobreza y la falta de recursos en la sociedad cubana, si se dejó abierta la posibilidad de usar esos recursos humanos para encontrar soluciones y eliminar las causas que generan las desventajas.
El economista cubano Elías Amor consideró preocupante que el régimen castrista desconozca cuáles son los problemas sociales que enfrenta el pueblo, mientras hay resistencia a identificar las verdaderas causas que lo generan, todo esto con un elevado impacto en los escasos recursos financieros de la isla.
"Ya no solo existe una falta de estadísticas económicas y sociales para realizar un seguimiento puntual de la actividad económica a corto plazo, es que ni siquiera se cuenta con una estimación razonable de la ejecución del presupuesto y su correlato de déficit público, que es el principal problema del retrato que dice Díaz-Canel", expresó a través de un artículo que publicó CiberCuba.
Las estimaciones de Amor le llevan a sospechar que el déficit público puede rondar en el 20% o más del PIB y por tanto identifica en este problema el origen de las vulnerabilidades que vive la población cubana.
"¿Cómo orientar políticas públicas hacia alguien, cuando no hay recursos? Lo primero es producir, y después cuando la economía genere suficiente oferta, el estado puede intervenir y desarrollar políticas para atender a los distintos colectivos vulnerables", puntualizó el experto cubano.
Las palabras de Díaz-Canel ocurren en medio de la peor crisis sanitaria, económica, política y social que ha vivido Cuba en los últimos años, y que se reflejó en el estallido del 11J, cuando cientos de personas en más de 60 localidades de todo el país salieron a las calles a exigir el fin del comunismo y cambios sustanciales en todos los aspectos.
El régimen, tras reprimir las manifestaciones pacíficas y encarcelar a los ciudadanos que hicieron uso de su derecho constitucional a la protesta, desplegó un paquete de acciones en comunidades que hasta ese entonces permanecían al margen de todo tipo de ayudas y beneficios.
Sin embargo, activistas y opositores al gobierno advierten que esto no es más que un maquillaje o cortina de humo para desviar la atención de los problemas que vive la población de la isla, ante la falta de medicamentos, alimentos, agua potable, electricidad, vivienda, etc.
Mientras el discurso oficialista insiste en que los problemas de Cuba son culpa del embargo norteamericano y las políticas que se adoptan benefician solo al poder político y mantiene el control absoluto sobre los principales actores económicos, la población se queja de carencias y falta de atención por parte de las instituciones estatales.
La falta de insumos para pacientes con coronavirus, en el peor momento del pico pandémico en Cuba, obligó a un trabajador de la Salud Pública en Las Tunas a explotar frente a las cámaras y decir que no callaría ante las injusticias.
“Ahora mi jefe me acaba de decir que entre a zona roja”, dijo el joven mientras enseñaba sus manos sin guantes de látex, medio de protección indispensable para evitar contagiarse con la enfermedad.
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