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Autoridades de Costa Rica desarticularon una banda que traficaba migrantes cubanos en su paso por Centroamérica hacia Estados Unidos.
La Policía de Migración del país centroamericano realizó quince allanamientos en sitios cercanos a la frontera sur con Panamá y a la frontera norte con Nicaragua, informó este martes Diario Libre.
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El reporte añade que fueron detenidas 21 personas en la operación realizada también con la Policía Nacional de Panamá y la Fiscalía de Crimen Organizado de ese país.
Refiere que la red de trata de personas tenía su zona de operaciones en Corredores, en la provincia de Puntarenas, frontera con Panamá, y en La Cruz de Guanacaste, limítrofe con Nicaragua.
“Cada miembro del grupo criminal se distribuía funciones de manera conjunta para lograr recibir a las personas desde territorio panameño y posteriormente ingresarlos, trasladarlos de forma clandestina a través de sitios en los que alojaban y ocultaban a las personas migrantes, quienes luego eran movilizadas por el territorio costarricense; hasta llegar a la zona norte para luego trasladarlas hacia territorio nicaragüense”, puntualizó un comunicado de la autoridad migratoria en Costa Rica.
Los cubanos debían pagar a esa red una cantidad que oscilaba entre los 14,000 y 22,000 dólares por persona para poder llegar hasta el destino final de la frontera con Estados Unidos.
También entre las víctimas de la banda estaban personas provenientes de Yemen, Pakistán, Uzbekistán, Burkina Faso, Egipto, Bangladesh, India, Angola, Mauritania y Senegal, así como también de Haití, Chile y Venezuela.
Entre los detenidos en la frontera con Panamá está el líder de la organización, a quien identificaron como Arias Molina, además de otros implicados nombrados por sus apellidos: Blanco Mora, Pérez Jiménez, Cajina Agüero, Agüero Mesen, Rodríguez Orozco, Gutiérrez Cortés, Jiménez Madrigal, Montiel Montiel, Miranda Ortiz, Lobo Muñoz, Torres Marchena y Vásquez Artavia.
En la lista de procesados figuran dos mujeres con los apellidos Bejarano Morales y Leal Molina. Esta última era quien se ocupaba del alojamiento de los migrantes y ocultarlos de las autoridades.
Además, en la frontera con Nicaragua se detuvieron a las personas identificadas como Salgado Murillo, líder del grupo, además de López Carmona, Hernández Rodríguez, Zelaya García, García Chávez y Hernández Martínez, estos dos últimos quienes alojaban y ocultaban a los migrantes.
La Policía de Migración contó para estas acciones con la colaboración del Servicio de Vigilancia Aérea, Fuerza Pública, la Policía de Control de Drogas y el Organismo de Investigación Judicial.
A principios de este mes autoridades uruguayas desarticularon también una red que captaba migrantes cubanos para trasladarlos a ese país suramericano o con la finalidad de ingresar a Estados Unidos mediante el cruce de fronteras terrestres.
Personal del Departamento de Investigación de Delitos Especiales de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado y la INTERPOL, tras varios meses de tareas de inteligencia, desarticuló una organización criminal internacional que operaba desde La Habana para traficar migrantes cubanos interesados en llegar hasta Estados Unidos por esa ruta.
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