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Los restos de unas 8,000 personas fueron hallados en lo que sería la mayor fosa común de Ucrania de la era de Stalin.
De acuerdo con un reporte de BBC, los investigadores dijeron que se trata de un conjunto de 29 fosas que guardan los restos de entre 5,000 y 8,000 ucranianos que habrían muerto durante el gobierno de Joseph Stalin en la Unión Soviética, entre 1927 y 1953.
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El lugar de enterramiento data de la década de 1930 y fue encontrado por accidente en la sureña ciudad de Odessa mientras se realizaban obras para ampliar un aeropuerto.
El director regional del Instituto Nacional de Memoria de Ucrania, Sergiy Gutsalyuk, comentó que las víctimas podrían haber sido asesinadas por una unidad de la policía secreta soviética; pero ningún cuerpo se podrá identificar debido a que no existen registros de las víctimas en Rusia, aclaró.
Asimismo, el historiador Aleksander Babich, que colaboró en el hallazgo, cree que serán encontrados más cuerpos, pues las excavaciones no han terminado en algunas áreas.
El experto no descartó la existencia de más fosas en el lugar, donde operaba una unidad militar en la época de Stalin.
Datos de la Agencia Ucraniana de Noticias Ukrinform, indican que al menos 8,600 personas fueron sentenciadas a muerte por la policía secreta soviética entre 1938 y 1941 en Odessa.
El Instituto Nacional de Memoria recordó que Ucrania tiene fosas más grandes, como la de Bykivnia, en un bosque a las afueras de Kiev, donde fueron sepultados más de 200,000 prisioneros ejecutados, según las estimaciones.
Otras versiones indican que millones de ucranianos murieron durante la hambruna de 1932 y 1933 en el gobierno estalinista, la cual fue considerada un acto genocida del líder soviético.
Las muertes provocadas por Stalin durante todo su mandato (1924-1953), tanto de forma directa -purgas- como a consecuencia de la hambruna, han sido cifradas entre 13 y 15 millones de ciudadanos, un dato sobre el que tampoco se ponen de acuerdo los historiadores.
El escritor ruso Vadim Erlikman, por su parte, habla de 1,5 millones de ejecuciones, cinco millones de víctimas de los gulags, entre 1,7 y 7,5 millones de deportados y un millón de prisioneros de guerra, que llegarían a los 15 millones si se le suman los seis millones de muertos por el hambre y las malas condiciones que padecieron, sobre todo, los ucranianos y los alemanes del Volga, según reseña del diario español ABC.
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