Difícilmente exista algún aficionado cubano al boxeo que no sepa que el gran Teófilo Stevenson perdió en dos ocasiones contra un soviético llamado Igor Vysotsky.
Los más empapados en la materia, además de dominar ese dato, están al tanto de que el primero de los fracasos del cubano ocurrió en 1973 en La Habana, y también de que el otro aconteció tres años después en un torneo en Minsk, cuando Stevenson sufrió su único revés antes del límite.
Pero lo que la mayoría desconoce es que Vysotsky también cruzó guantes con uno de los más grandes pesos completos profesionales de la historia, Muhammad Ali.
El hecho se produjo en junio de 1978, durante una visita del norteamericano a la extinta Unión Soviética. Ali -que había perdido meses antes el título mundial ante Leon Spinks- estaba en una “misión de paz de diez días” y visitó al presidente Leonid Brezhnev en el Kremlin, besó a innumerables bebés y corrió por la Plaza Roja a las seis de la mañana.
A Vysotsky, que no era el ‘bulto’ que algunos intentan ‘dibujar’, lo conocían en Estados Unidos por haber lucido bien en los topes entre las escuadras amateurs de ambos países. En plena Guerra Fría el hombre había derribado a Tony Tubbs en Las Vegas, cedido en reñido combate con Greg Page y enviado par de veces a la lona a Jimmy Clark, quien ganó la pelea por los cortes en la cara que tantas veces se interpusieron en su camino a la gloria pugilística.
Concebido en un gulag, Vysotsky creció rodeado de criminales y presos políticos, y quienes lo conocieron cuentan que tenía un carácter huraño. Nunca fue un niño lindo del Partido Comunista, pero de todos modos varios de sus líderes se sentaron en el Club Deportivo Central del Ejército en Moscú para verlo pelear con Ali, otro insumiso.
Ahora bien, toca apuntar que el enfrentamiento entre el soviético y el norteamericano careció de carácter oficial, porque fueron tres peleas de exhibición de dos asaltos (“peleas de entrenamiento de camaradas”, les llamaron) en las cuales no hubo ganador ni derrotado, pero le sirvieron a Vysotsky para dar fe de que tenía calidad sobrada en los tinglados.
Diez semanas después de aquella exhibición, “El Más Grande” recuperó su faja en la revancha contra Spinks. En cuanto a Igor, completó una carrera de 161 victorias y 24 fracasos (varios de ellos por heridas en el rostro) y falleció el pasado dos de abril, con 69 años cumplidos y el recuerdo de que en su tiempo de esplendor se le paró bonito a Teófilo y Ali.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: