El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel se dio este viernes un "baño de pueblo" en el municipio capitalino de Centro Habana, en medio de la pandemia de coronavirus y sin guardar ninguna distancia de seguridad.
Justo el día en que dicho territorio reportó 66 nuevos casos de COVID-19, al dirigente se le ocurrió hacer una visita al consejo popular Los Sitios, "para apreciar y evaluar el apoyo que recibe la comunidad para mejorar la calidad de vida de su población", según la cuenta en Twitter de la Presidencia de Cuba.
Un breve video compartido muestra a Díaz-Canel en la calle custodiado por sus guardaespaldas entre la gente, mientras su grupo de apoyo y personas afines al régimen gritan los versos del poema 'Mi bandera', de Bonifacio Byrne.
"Como siempre ocurre y la población le responde y acompaña a su paso con entusiasmo y una cubanísima conga", es el texto del tuit.
Claudia Estefanía, vecina del lugar, le dio las gracias al gobernante y afirmó que el barrio lo apoya. La joven compartió dos fotos tomadas desde un balcón en las que se aprecia el flamante BMW del mandatario.
Al parecer, algunos han olvidado de que ese mismo consejo popular hace solo cinco meses era el epicentro del coronavirus en La Habana, tras ocurrir un evento de trasmisión que dejó 260 casos positivos, que obligó al cierre de 66 manzanas.
También se contradice Díaz-Canel, quien esta semana, en un encuentro con periodistas, señaló que por la pandemia el consejo de ministros dejó de hacer sus habituales visitas de trabajo a las provincias, y que ahora solo van para evaluar la situación sanitaria y la producción de alimentos.
"¿Se va a ir ahora a una provincia que está puesta en alma y vida al tema de la COVID? Eso es irresponsable", afirmó.
Pese a la grave crisis sanitaria que atraviesa Cuba, con hospitales y policlínicos colapsados sin medicamentos ni forma de dar respuesta al incremento de casos de coronavirus, el régimen sigue adelante con su plan para lavar su imagen ante los pobladores de los barrios más pobres tras las protestas del 11 de julio, reprimidas violentamente por la policía y otras fuerzas del gobierno.
La semana pasada el sucesor de Raúl Castro recorrió el barrio de La Güinera, ubicado en el municipio de San Miguel del Padrón, donde ocurrió la única muerte que las autoridades reconocen como resultado del enfrentamiento entre civiles y militares.
Allí Díaz-Canel alabó las inversiones que hizo su gobierno para contentar al pueblo después de las manifestaciones, y que incluyeron pavimentación de calles, legalización de viviendas y reparación de consultorios médicos, escuelas, bodegas y una panadería.
Lo peor es que él mismo criticó a los que participaron en las protestas del 11J, porque supuestamente no respetaron las medidas sanitarias de prevención del COVID-19, y muchos han sido condenados por el delito de propagación de epidemias.
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