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La variante delta del coronavirus se encontró en al menos el 92% de las muestras analizadas durante agosto en Cuba, lo que significa que es la cepa predominante en todas las provincias de la isla.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, explicó que delta es un desafío para las instituciones médicas cubanas y del resto del mundo y de no existir control sobre la situación puede que no sea la única variante que se vea.
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La variante delta impone un nuevo reto a la comunidad científica, y es que a pesar de que existen personas inmunizadas contra el coronavirus y disminuyen las probabilidades de complicaciones médicas, la carga viral se puede extender a todos aquellos que no recibieron tratamiento médico, explicó el funcionario a Cubadebate.
“Detener la cadena de contagios requiere del apoyo y la responsabilidad de todas las personas, estén vacunadas o no. Es una realidad que no podemos ignorar en ningún lugar del país y sobre la cual seguiremos insistiendo ante el compromiso que tenemos con la vida”, enfatizó Portal Miranda.
Independientemente de la variante de coronavirus que circule, el ministro recalcó que las medidas de protección son las mismas, para evitar contagios entre la población. En ese sentido destacó el uso correcto del nasobuco, ventilación de los espacios, distanciamiento físico y lavado de manos.
“Muchas vidas podrían salvarse aplicando estas acciones, que al reducir los contagios también nos permiten avanzar en la tan necesaria inmunización de la población cubana”, dijo.
La variante delta es más contagiosa e infecta a los jóvenes en mayor proporción que otras, por tanto la Organización Mundial de la Salud alerta sobre el problema que representa para la sociedad, fundamentalmente en aquellos que no están vacunados.
Esta cepa es tan contagiosa como la varicela, estudios recientes revelan que es dos veces más transmisible que el resto de las variantes y las infecciones se producen en un período de incubación más corto y con una cantidad más elevada de partículas virales.
En solo cuatro días puede transmitirse la enfermedad a otras personas sanas y en comparación con otras variantes el número reproductivo básico (R0) es superior, por tanto en una primera ronda se infectan hasta siete individuos, los cuales podrán hacer lo mismo en igual cantidad de pacientes, y en solo tres rondas de contagios la cifra puede superar los 343 enfermos de COVID-19.
Hace menos de diez días el gobierno culpaba de la crisis sanitaria en Cuba a las indisciplinas sociales y a la variante delta del coronavirus, en medio de la peor ola de contagios que ha vivido el país desde que se detectaran los primeros casos en marzo de 2020.
Las proyecciones matemáticas no son positivas y pronostican un incremento de casos por días, a pesar de los intentos por vacunas a la población con los tratamientos desarrollados por el propio gobierno y que hasta el momento no cuentan con el aval de organizaciones internacionales.
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