El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el primer ministro Manuel Marrero Cruz ofician una misa espiritual a Fidel Castro, arrojando a dirigentes provinciales y municipales a la furia popular para intentar ganar tiempo y desconociendo que la mayoría de los cubanos no se tragan sus maniobras dilatorias porque saben que el problema no son los cuadros, sino el comunismo de compadres, que solo funcionó a medias con dinero de la URSS y el salve de Hugo Chávez.
Los partes diario de la Contrainteligencia indican que los cubanos no van a estarse quietos por las migajas al estilo CLAP bolivariano porque quieren libertad y democracia, que son las únicas garantes de la prosperidad duradera y la justicia social, rezan para que pare la sangría del coronavirus, que acaba de llevarse al último de los Mañagones, y los apagones, sabiendo que la decrépita dictadura es incapaz de proveer salud, comida, amor y luz.
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Como tampoco van a creerse que la culpa es de los primeros secretarios comunistas, gobernadores e Intendentes porque asi llevan casi sesenta y tres años, cambiando todo lo que deba ser cambiado, menos a los intocables, que son los verdaderos culpables del desastre de Cuba.
Todo sistema político genera su propia burocracia que incluye el sacrificio temporal o definitivo de parte de la infantería, que incluye exhibir los cadáveres de los defenestrados y la promoción de cadetes de refresco, para intentar conseguir el blindaje de la cúpula, pero el sexagenario sistema mafioso que asola a Cuba, provocó un espíritu de cuerpo en los sacrificados dirigentes provinciales y municipales que se bañan, guardando la ropa y han creado mecanismos de solidaridad que consiste en el trueque de jama, curda y vacilones y en acumular pruebas de las correrías y delitos de la mayimbada nacional para usarlas cuando convenga.
En vez de estar haciendo el ridículo en trabajos voluntarios improductivos y perdiendo el tiempo con los ñángaras del Consejo de Iglesias de Cuba y otros combatientes ecuménicos, el mandatario debería estar encargando a Homero Acosta Álvarez y Julio Fernández Estrada una reforma constitucional que abra a Cuba a la democracia y a Juan Triana, Omar Everleny Pérez, Pedrito Monreal, Pavel Vidal y Humberto Pérez González una enmienda a la totalidad de la política económica comunista.
Y pedirles agilidad porque cuando se acaben las donaciones post 11J, el cuartico estará peorcito porque la gente está dispuesta a morir y matar por vivir en paz y porque sus hijos y nietos no sigan soportando la pesadilla absurda e innecesaria de un grupo zarista anticubano y pronorteamericano.
Si aun duda, que se lea al primer secretario del partido comunista en Santiago de Cuba, Lázaro Expósito Canto, que fue cocinero antes que fraile y, oliéndose la jugada del dúo gobernante, pito con un discurso que mandó a a publicar en el periódico Sierra Maestra, blindando a la Gobernadora y su segundo y ofreciendo un inventario del desastre con joyas como estas:
"Logré un centro de capacitación de altos estándares de calidad para la producción de manzana de oro, setas comestibles y piensos alternativos, entre otras acciones Todo eso fue posible con el apoyo de la Gobernadora, Beatriz Johnson, y del vicegobernador Manuel Falcón. Y no fue fácil, pero se logró.
"Santiago arde y nos convoca a “quemar” de una vez por todas, las conductas irresponsables que contribuyen a la propagación de la Covid en los barrios. Por eso, hay que trabajar con cultura del detalle y sin chapucería y con plena conciencia de la importancia de este movimiento en el contexto en que vivimos. La mediocridad puede hacer tanto daño como la falta de patriotismo.
"Los sucesos del 11 de julio nos dejan muchas interrogantes y para ser consecuentes con el llamado del Primer Secretario del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, los cuadros políticos y administrativos tenemos que revisarnos (...) cuando se trata de producir comida, todas las opciones -por pequeñas que parezcan- son importantes (...) me preocupa Servicios Comunales, las quejas de la población son bochornosas; la situación de los carros fúnebres, los sarcófagos y la recogida de desechos sólidos no da más. Hay mucho incumplimiento, irresponsabilidad e irrespeto al pueblo.
"Es inadmisible lo que ocurre en Salud Pública: a diario recibo quejas de la población por la falta de atención en los centros de hospitalización y en los hospitales y las demoras injustificadas en el traslado de las personas que requieren ingreso. Además, falla la información a los familiares sobre el destino y estado de su paciente. Percibo mucho desorden y negligencia en el enfrentamiento a la Covid-19".
El mentecato de Marrero fue quien dio la voz de alarma con su crítica injusta e inoportuna, en Holguín, a médicos, personal sanitario y dirigentes locales, reafirmando su inmadurez política y que es primer ministro por ser robot del escondido general Rodríguez López-Calleja, corresponsable directo del 11J por su avaricia e insensibilidad.
El presidente no se ha quedado a la zaga y aún dolido por las pedradas en Regla y Díaz-Canel singao, ha arrojado a los leones a los dirigentes de Ciego de Ávila, pese a que la crisis sanitarias la han agravado turistas llevados por GAESA a la cayería norte, en su afán de lucro irresponsable; pero el mandatario no puede abrir esa gaveta en aras del equilibrio entre charreteras y guayaberas.
Díaz-Canel está cavando su tumba, que cantaría Leonora Rega, agrediendo a su propia gente y alimentando a sus adversarios internos, que tampoco duermen tranquilos porque la represión del 11J va a su cuenta pendiente y el gobierno de Estados Unidos se ha encargado de agrandar la mirilla con Álvaro López Miera y la cúpula policial, incluidos los jefes de la Brigada Especial.
Soterradamente, clanes militares se están pasando cuentas pendientes, con acciones que incluyen conteos de protección indirectos a los Castro-Soto del Valle y Guillermo Raúl Rodríguez Castro, nieto preferido de Raúl e hijo de López-Calleja; con estancias en Villa Marista de socios de negocios y amigos de ambos grupos, sin consecuencias legales posteriores, solo advertencias.
La técnica no es novedad, durante la Causa 2 de 1989, un fiscal voluntarioso y trepador, apellidado Lores, se pasó de rosca con la guara del ex ministro del Interior José Abrantes Fernández, y sufrió un robo en su casa, vaciada a plena luz del día usando un vehículo tipo Van y no hubo preguntas, no hubo curiosos, solo lloraron el jurídico y su familia, luego compensado con un carguito en Habaguanex, S.A.
Pero si todavía el presidente duda del carácter suicida de su arremetida contra sus compadres en Ciego de Ávila, que convoque a palacio o a la puerta del cementerio de Guanabacoa al teniente coronel Darías González que guarda un sabroso dossier de corruptelas varias en Villa Clara.
Un viejo axioma político aconseja no zarandear el barco en tiempos de tormenta y, cuando Cambridge u Oxford pierden su enconada regata anual, lloran, pero nunca tiran a sus remeros por la borda; como pretende ahora el presidente cubano en otro de sus actos fallidos, cada vez más frecuentes, teniendo la opción de invocar el espíritu del gran Juan Formell y, cogidito de la mano con la dulce Liz Cuesta, cantar: Háblame de ti, cuéntame de todos tus dolores, hazme cómplice de tus errores (...) pues como tu, errores he tenido (...) que en esta vida no hay quien pueda decir que (...) nunca tuvo errores y que es del todo feliz...
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