El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez llamó a tener mano dura con la venta ilegal de medicamentos, una de las consecuencias del desabastecimiento de fármacos e insumos sanitarios en farmacias y hospitales del país, que se ha agravado con la pandemia de coronavirus.
"Se acabó ya la contemplación en los territorios con la venta ilegal de medicamentos, eso no se puede permitir y más ná", expresó en reunión del Grupo Temporal de Trabajo creado para el enfrentamiento al COVID-19.
Visiblemente molesto, Díaz-Canel criticó la "pasividad" de su gobierno ante el fenómeno de la venta de medicamentos en el mercado negro, fundamentalmente a través de las redes sociales, un tema que ha sido denunciado fundamentalmente por la población.
El sucesor de Raúl Castro ordenó a los gobernadores de todas las provincias tomar cartas en el asunto y coordinar con el Ministerio del Interior en los territorios el decomiso de todas las medicinas que se están vendiendo ilícitamente, y "que vayan hacia los hospitales y los lugares donde se está enfrentando la COVID-19".
"Eso nos está caldeando la situación con la población, y es una cosa que en estos momentos no se puede permitir", sentenció.
El primer ministro Manuel Marrero Cruz dijo que había que buscar formas para llegar a los grupos que venden fármacos en las redes sociales aprovechándose de la escasez, y demandó cerrar filas en un tema tan sensible en medio de la compleja situación epidemiológica que vive el país.
"No estamos hablando de alguien que está ayudando a alguien, como se ha pedido. Es un blíster en 2 mil pesos, hay medicamentos en 3 mil pesos. Es un una cosa exagerada, es un abuso", criticó.
La grave escasez de medicamentos en Cuba ha empeorado con la pandemia de coronavirus, aunque ya era un problema que existía con anterioridad.
Antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, antihistamínicos o ansiolíticos, todo escasea en la Isla, mientras el gobierno culpa al difícil acceso a las materias primas en el mercado internacional y al embargo de Estados Unidos, pero mantiene surtidas las farmacias internacionales, donde los productos se venden a precios abusivos para cualquier bolsillo.
En octubre pasado una cubana denunció haber pagado 100 CUC por medicamentos que tuvo que comprar para su madre, diabética con infecciones de riñones frecuentes, en una farmacias internacional de Ciego de Ávila.
"¿Dónde está la salud gratuita que decimos que en Cuba hay? ¿Dónde está que mi madre si no compra un antibiótico en 27 dólares una cajita y necesita dos cada vez que se enferma se muere? ¿Qué cubanos gana 100 CUC para comprar antibióticos?", cuestionó.
En la otra cara de la moneda están las redes sociales, que se han convertido en plataforma para personas que apelan a la solidaridad para conseguir un determinado fármaco, pero también para otros que se aprovechan de la escasez para lucrar con la necesidad de los demás.
También la atención médica en hospitales y policlínicos se ha visto afectada por la escasez de medicamentos e implementos de salud.
En julio un ingeniero de La Habana relató que al llevar a su abuela al policlínico con fiebre, vómitos y decaimiento, el médico que la atendió le dijo con tristeza que no podía ayudarla porque no tenía duralgina para la fiebre, que le habían asignado una sola y se la había dado a un niño que llegó antes con convulsiones.
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