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El gobierno de Estados Unidos ha creado un grupo de trabajo para determinar las formas de enviar remesas directamente al bolsillo de los cubanos y evitar con ello que "el dinero termine en manos de los opresores".
La subsecretaria del Departamento de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung, explicó en Twitter que su gobierno trabaja actualmente en la aplicación de medidas para apoyar al pueblo cubano, y conseguir la rendición de cuentas del régimen.
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Según detalla la funcionaria, el gobierno valora incrementar el personal diplomático estadounidense en La Habana para generar un puente entre el país norteño y la ciudadanía cubana.
"Una embajada con un personal fuerte y adecuado es vital para nuestros esfuerzos por apoyar al pueblo cubano. Estamos buscando maneras de incrementar el personal para facilitar la participación diplomática, consular y de la sociedad civil", indicó Chung.
Sobre la posibilidad de habilitar tecnologías desde EE.UU. que permitan una mayor conectividad en la isla, sin el riesgo de que los usuarios sufran bloqueos por parte de las autoridades cubanas, la funcionaria del Departamento de Estado explicó que aún se trabaja en la idea con la ayuda del Congreso y el sector privado estadounidense.
"Hacemos un llamado a los líderes cubanos a restaurar y mantener el acceso a los servicios de Internet y telecomunicaciones. Estamos trabajando con el sector privado y el Congreso para identificar maneras de que el pueblo cubano tenga mayor acceso al servicio de Internet", afirmó.
La funcionaria además se refirió a las exportaciones que desde Estados Unidos han llegado a la isla en el último año, sugiriendo con ello que la retórica gubernamental cubana utiliza las medidas restrictivas del embargo para excusar la crisis económica en que han sumido al país producto de una pésima gestión de los recursos.
"En 2020, las compañías de EE.UU. exportaron $176 millones de bienes a Cuba, incluyendo comida y medicinas. Expeditaremos cualquier pedido de suministros humanitarios y médicos al pueblo cubano. Exhortamos a nuestros socios internacionales a extender la ayuda humanitaria", aseveró Chung.
La administración de Joe Biden ha estado pendiente del levantamiento civil acontecido el pasado 11 de julio en la isla, cuando miles de cubanos tomaron las calles durante varios días para exigir libertad y democracia. Ante la espontánea reacción popular, el gobierno cubano ordenó, tanto a las fuerzas del orden como a civiles, reprimir a los manifestantes pacíficos para detener las protestas al precio que fuese. Como respuesta a la brutalidad policial del régimen, la administración estadounidense exige una rendición de cuentas por parte de las autoridades de la isla al pueblo.
"Nos enfocaremos en aplicar sanciones fuertes al régimen oficial responsable de la brutal represión. Los funcionarios cubanos responsables de la violencia, represión y violación de derechos humanos en contra de los manifestantes pacíficos en Cuba deben rendir cuentas", indicó la funcionaria..
Tras los históricos acontecimientos del 11 de julio, Estados Unidos ha asegurado que intensificará el compromiso con los socios regionales e internacionales para apoyar las aspiraciones del pueblo cubano. La Casa Blanca ha considerado de máxima prioridad la situación de Cuba.
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