Decenas de simpatizantes del régimen mostraron su apoyo al Primer Secretario del Partido Comunista en Cuba gritando a coro "Díaz-Canel pingú".
La expresión -clara reacción al "Díaz-Canel singao" coreado por los miles de manifestantes que desde la isla y fuera de ella han mostrado su rechazo al gobierno, la represión y la falta de libertades en el país-, fue repetida por los asistentes al acto oficialista, que aplaudían y saltaban al son de la consigna.
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La frase muestra una vez más la actitud reactiva del régimen ante el descontento popular y las voces que disienten y reclaman un cambio político. Así ocurrió cuando "Patria y Vida" comenzó a ser lema en pro del cambio en Cuba y el oficialismo intentó apropiarse de él.
"Patria y Vida es una de nuestras convicciones. No dejaremos que la vacíen de significado los que trafican con el dolor y las necesidades del pueblo. Reivindico el "Patria y Vida" de Fidel y de los revolucionarios de Cuba", dijo en marzo pasado Díaz-Canel en su perfil en la red social Twitter.
Días después de la jornada histórica de protestas en el país, sin embargo, el Ministerio del Interior (MININT) de Cuba manifestó que gritar "Patria y Vida" era un delito de instigación a delinquir, según ejemplificó una coronela en un programa especial de Humberto López dedicado a desacreditar las manifestaciones.
El acto de "reafirmación revolucionaria" donde la masa enardecida alabó la potencia viril del gobernante Miguel Díaz-Canel habría tenido lugar en la Isla de la Juventud, donde no faltaron las habituales intervenciones de menores de edad replicando las consignas e ideas del régimen.
Se suma a los otros tantos organizados del oficialismo tras las masivas y espontáneas manifestaciones antigubernamentales que se desataron en el país el pasado 11 de julio.
En otras localidades, como Trinidad, los eventos de apoyo al gobierno han dejado escenas donde la baja participación ha sido la protagonista.
El sábado pasado tuvo lugar otra concentración oficialista en La Habana, convocada a través de los centros de trabajo y las universidades y presidida por Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro.
"¡Nacimos para vencer y no para ser vencidos!", gritaron los asistentes, que el gobierno cubano estimó en 100 mil, unas cifras mucho más bajas según pudo comprobar CiberCuba.
Tras las protestas desatadas el pasado 11 de julio el Gobierno cubano ha sacado todas sus armas para acallar tanto el clamor popular como la trascendencia y magnitud de las manifestaciones: con detenciones y violenta represión en las propias calles, tildando exclusivamente de vandalismo, disturbios o desorden lo ocurrido, o con convocatorias como estas en aras de mostrar apoyo del pueblo.
El exespía y coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Gerardo Hernández Nordelo, por su parte, visitó el pasado domingo La Güinera, al sur de La Habana, donde participó en el acto de abanderamiento del "primer Destacamento de Vigilancia Popular Revolucionaria".
Durante las pasadas elecciones en Estados Unidos, simpatizantes cubanos de Trump pusieron de moda la frase "Trump es un pingú", como pudo leerse en su momento en una gorra llevada por el expelotero Orlando "El Duque" Hernández.
Nota: Pingú es un cubanismo, derivado de 'pinga' (pene) que se utiliza como adjetivo aplicado generalmente a hombre y cuyo significado más extendido es 'valiente'.
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